El hecho de que el Presidente de México se comporte como un opositor en campaña busca dejar sin espacios al resto de los actores políticos. El problema es que rompe sin consecuencias el orden institucional.

La del domingo, fue una movilización partidista que evidentemente se pagó con recursos públicos, por lo tanto, nos costó a todos. López Obrador expuso la investidura presidencial a que ocurriera una desgracia en medio de una multitud que se pudo haber salido de control, sin contar sus 69 años y su condición de salud.

Con el acarreo de miles de personas a marchar el régimen violó disposiciones del uso de los recursos públicos y hasta el reglamento de tránsito de la Ciudad de México.

Lo peor de todo es que Andrés Manuel López Obrador ha optado por anular la presencia del jefe de Estado para convertirse solo en la muy poderosa voz que lidera la campaña de reelección de su movimiento, aunque sea con otra fachada.

La cantidad de información falsa que dio en su mensaje político confirma que el privilegio de los otros datos de la propaganda, anulan su voz como una fuente confiable para tomar decisiones económicas.

Dijo el Presidente que su expectativa es que el Producto Interno Bruto tenga un crecimiento del 3.5% este año, el 2023 y también el 2024. No hay manera de que López Obrador no sepa que eso es falso.

Con tal expectativa puede justificar cualquier aumento en el gasto público, lo que se adereza con otro dato no verdadero que dijo el domingo el Presidente sobre no haber contratado nueva deuda.

Resulta que desde el primer día de este régimen y hasta los últimos datos disponibles, el Banco Mundial contabiliza un incremento del endeudamiento público del país de más de 4,500 millones de dólares.

Hay muchos otros dichos que faltan a la verdad respecto al combate a la pobreza o el éxito de sus programas sociales o de los servicios de salud.

Anular la voz presidencial para privilegiar una muy poderosa voz electoral puede sin duda garantizarle los resultados que quiere en 2024, sobre todo cuando queda claro que si algo le faltará a quien sea su designado como relevo en la presidencia es todo ese carisma que derrocha López Obrador.

Pero no tener una voz confiable, representativa de todos los gobernados y todos los sectores de la economía y la sociedad debilita al país de instituciones.

Aunque claramente esa es la apuesta que se refleja en el intento de retroceso electoral que no está muerto, por más que aparentemente hayan desistido de presionar a algún grupo de opositores que les permita cambiar la Constitución.

La idea de la 4T es hacerse de todo el poder, eso incluye buscar los mecanismos para garantizar una mayoría absoluta en el Congreso a partir del 2024 y controlar los organismos electorales es indispensable para no tener que dar pasos de los lineamientos democráticos vigentes.

En frente de todos nosotros vimos el domingo que no hay límites ni controles aplicables para este régimen que hará todo por afianzarse en el poder y conseguir los hilos que le falten para que se consolide una voluntad unipersonal por largo tiempo.

 

    @campossuarez