La construcción de vivienda en México tendrá indicios positivos hacia finales de 2023, pero se recuperará hasta 2024, estimó Samuel Vázquez Herrera, economista de BBVA México.
La previsión para este subsector de la construcción obedece a que actualmente la adquisición está más enfocada en viviendas usadas que en nuevas, así como a los altos costos de insumos y al financiamiento.
TE PUEDE INTERESAR: Informalidad también afecta a patrones y a la recaudación
Al segundo trimestre de 2022, el precio de la vivienda aumentó 8%, según datos de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), cuya “evolución de los precios se da en un entorno de alta inflación tanto para el consumidor como para el productor, específicamente en los precios de los materiales de construcción”, expuso el grupo financiero en informe “Situación inmobiliaria México”, presentado el martes.
En tanto, las alzas de tasa de Banxico provocan que las constructoras que requieren financiamiento bancario también se enfrenten a tasas de interés en crecimiento.
“El aumento de la tasa de referencia por parte del Banco de México se refleja de inmediato en las tasas de interés de corto plazo que, a su vez, son la referencia para los créditos dirigidos a las empresas constructoras”, explica el documento.
Sin embargo, en las tasas de interés hipotecarias no se han observado mayores incrementos, manteniéndose en niveles de 9% y 9.4%, pese a las fuertes presiones que ocasionan los aumentos de tasa del banco central.
Carlos Serrano, economista jefe de BBVA México, expuso que actualmente se registra menor demanda de proyectos de construcción de vivienda.
Mientras que en septiembre de 2022 hubo 144 mil viviendas, en el mismo periodo de 2021 se reportaron 267 mil, lo que significó una caída de 46.2%.
“En parte esto es porque los constructores están leyendo menos demanda, también el aumento en las tasas de interés de la política monetaria está fluyendo en el nuevo crédito de la construcción (…), y eso se ha traducido en una moderación en el inventario de vivienda”, indicó.
A septiembre se observó un inventario de 245 mil viviendas, de acuerdo con datos del Registro Único de Vivienda, lo cual corresponde, dijo, a un mercado maduro que “lee mejor la demanda” y da respuesta en función de ella.
Infraestructura pública mantendrá la construcción
La inversión para las principales obras de infraestructura del Gobierno, ubicadas en el sur-sureste, será el principal impulso y soporte del subsector de obra civil para 2022 y 2023, señalaron los economistas.
“Esto se fundamenta en los aumentos importantes que se están dando en el Presupuesto de Egresos para obra pública, que para 2023 están previendo un crecimiento de 20%. Es un crecimiento muy muy fuerte, como no habíamos visto en muchos años: se van a ejercer 824 mil millones de pesos”, refirió Serrano.
El 60% del presupuesto de obras públicas está concentrado en las entidades en donde se realizan los principales proyectos, o complementarios, de la administración federal, como Campeche, Tabasco y Ciudad de México, con el 60% del presupuesto de obra pública.
“Con todo esto, creemos que el PIB de la construcción va a crecer 1% el año que viene, fundamentalmente esto se explicará por la obra civil, es el subsector que más va a aportar, porque la edificación no va a crecer dado que la demanda por vivienda nueva no ha despegado”, puntualizó.
Sube más de 20% morosidad del Infonavit
Debido a buenas prácticas administrativas centrada en la reclasificación de 304 mil créditos de vigentes a vencidos, se observó que el índice de morosidad del Infonavit pasó de niveles entre el 9% y el 13% durante 2012 y 2019, a más del 20% para junio de 2020 y de 21.3% para marzo de 2022.
Si bien el crecimiento de la morosidad coincide con el inicio de la pandemia, periodo en el que se registró una caída en el empleo, las razones para el repunte significativo en el índice de impago se atribuyen a cambios administrativos, explicó Marisa González, economista de BBVA México.
LEG