Para el pintor Cilau Valadez el arte Wixárika es único, pero a pesar de ello, no cuenta con el reconocimiento que merece debido a que, a nivel nacional, es considerado como una artesanía.
Gracias a su trabajo, este maestro huichol cuenta con gran aceptación internacional. Sin embargo, cree que en México aún se necesita valorarlo para sobrepasar esa pequeña línea que separa el arte de la artesanía.
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“Claro que no tengo nada en contra de las artesanías, es un trabajo honrado y, a fin de cuentas, todos buscamos la manera de sobrevivir, pero a diferencia de ellas a pesar de que ninguna es igual que la otra, el arte tiene un estilo propio de cada creador, no se puede repetir el significado de estas obras porque vienen de visiones que tenemos a través del rezo y ceremonias del pueblo Wixárika”, dijo en entrevista con 24 HORAS.
Según el artista plástico no hay manera de replicarlo, solo otro huichol puede hacerlo porque éste sobrepasa a los artistas como humanos pues sus significados son ceremoniales.
“La gente suele pensar que para trabajar debemos estar empeyotados”, -dijo entre risas- “pero no es el caso, porque todo tiene que ver con el rezo.
“Yo busco que la tradición se mantenga y originalmente el arte Wixárika era realizado con la intención de ofrendarlo, o sea, que si teníamos un familiar enfermo, se rezaba mientras se realizaba la obra con es objetivo, por eso cuando enseño a pintar primero hay que entender que este es un arte que se realiza con la mente y el corazón limpio, no puro, todos cometemos errores, somos humanos”, sostiene.
Esta forma de hacer arte ha brindado alternativas a algunos jóvenes porque a través de su cualidad étnica tienen lo necesario para desempeñarlo y alejarse de la explotación de empresas tabacaleras en la región.
“Crear nuevos artistas permite que se alejen de esos campos en donde las condiciones son inhumanas y solo enriquecen a empresas que les mal pagan, si bien, siempre les digo a las personas que les he enseñado que el fin principal de este arte ritual no es la compensación económica, sí entiendo las necesidades del mundo moderno y me alegra que esto sea una alternativa que además los enorgullezca de su raíz Wixárika”, agregó Valadez
AL CUIDADO DE LA TRADICIÓN
Estas piezas realizadas por el artista nayarita son principalmente hechas con estambre aunque a veces también utiliza chaquiras. “Le llamamos pintar con estambre, aunque no utilizamos pigmentos pero tampoco es bordar porque no atravesamos el lienzo, lo pegamos”, continuó.
Actualmente existen huicholes que viven la vida ceremonial de una manera más ortodoxa y no ven con mucho agrado que esta tradición salga de su comunidad.
“Los entiendo de alguna manera, ellos mantienen costumbres que si no existieran, nosotros no podríamos hacer estas piezas, son la base de todo y les debo toda mi admiración, por eso siempre que el arte lo permite, doy mis aportaciones y donaciones necesarias, ya que existe un tiempo en que una persona obtiene el mandato durante cinco años y debe dedicarse enteramente a lo ceremonial, no puede tener tiempo para trabajar y hacer dinero o mantener a sus familias pero el mundo en el que vivimos lo demanda y es mi deber ayudar a mantener la tradición”, concluyó.
Actualmente el arte de Cilau y de otros artistas huicholes se encuentran en venta en el lobby del Hotel Presidente Intercontinental como parte de la Bienal de Arte Huichol.
CITA
“La gente suele pensar que para trabajar debemos estar empeyotados, pero no es el caso, lo que sí es el rezo, yo busco que la tradición se mantenga”
Cilau Valadez / artista wixárika
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