El tema de las personas en situación de calle suele ser tomado como burla o advertencia, pocas veces las personas detienen su andar para ver más allá. “Encontrando el fin del mundo” es una película que se adentra y retrata una de estas historias detrás de este nivel de abandono.
En entrevista con 24 HORAS, el director y protagonista de este proyecto, Fabián Corres, platicó a fondo sobre su inspiración, y la extrema estrategia que eligió para llevarla a otro nivel.
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Corres le da vida a “Jorge”, un compositor musical que dentro de su apasionada búsqueda por encontrar la “armonía” se hace preso de sus pensamientos , lo que lo llevó a dejar de lado a su familia y poco a poco a él mismo.
El resultado de este abandono personal son alucinaciones que incluyen a personas que ya fallecieron y una complicada vida teniendo la calle como hogar.
“Desde que era yo un chamaco vigilaba estas frecuencias de las personas que te podían dar miedo, pero en mí siempre hubo una cuestión de tratar de acercarme, de verlos, de hablar con ellos. Yo tengo la sensación de qué todos estamos cercanos a eso, a quebrantar la parte social y desaparecer”, explicó el director sobre la gesta de esta película.
Del 2017 al 2018 el Diagnóstico Situacional de las Poblaciones Callejeras en la CDMX reveló que había 6 mil 754 personas en situación de calle siendo un 87% hombres y un 12.73% mujeres según la CNDH y la asociación civil El Caracol.
10 años atrás, el director se encontró con la pregunta de su hijo “¿alguien espera en casa a la señora Rosa?, refiriéndose a una indigente que recorría las calles pintadas de payaso y con un carrito de súper como el vehículo de todo lo que poseía en la vida. Esta pregunta detonó una investigación que dio como resultado ‘Encontrando el fin del mundo’.
Corres utilizó el empirismo y se convirtió en una persona en situación de calle por dos meses.
“Es una acción orgánica, venía de hacer papeles que me exigían demasiado de mi propio ser (…) empecé a desaparecer , estuve regresando a casa en momentos en los que yo sentía que verdaderamente no podía más, fue como si la mamá de mis hijos intuyera. Entraba, ya olía yo mal, me dejaba estar junto a mis hijos y otra vez nada, caminar y caminar y caminar y estar descalzo”, recuerda el protagonista de esa experiencia.
Esta película inició con un pequeño equipo e incluso se comenzó a filmar sin permiso, solo con Omar, el camarógrafo, siguiendo a Corres en su camino por la calle, sin embargo, durante los 10 años que tomó la realización, fueron uniéndose más personas, entre ella el productor Rubén Bross.
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Entre los aspectos que tanto Corres como Bross han resaltado de esta experiencia cinematográfica es un dolor invisible que deja vivir en la calle.
“Nunca pasó algo que me agrediera, nada me agredió más que la gran indiferencia (…) nadie nunca me volteo a ver”, aseguro Fabián; por su parte Bross en conferencia de prensa aseguró que detrás de la “tristeza” había un “lado enternecedor” y que esperaba que con este filme se haga visible “lo que de repente ya no vemos”.
Finalmente, el director señaló que más allá de la pérdida ‘Encontrando el fin del Mundo’, muestra la soledad y las maneras en que los humanos intentan evitarla y sentirse parte de algún sitio, esto conjugado con guiños de empatía y bondad.
“Es una gran lucha pero al final estás completamente solo y es muy bello también que en esa soledad puedes tomar de la mano a alguien”, concluyó.
Dato curioso de Encontrando el fin del Mundo:
Cuando Corres comenzó a darle su toque al guión de la película, se encontró con un hombre en situación de calle que pasaba por el sitio donde él escribía. El autor recuerda que vivía al lado de un puente y que a veces era agresivo pero le pedía cigarros.
El día que la filmación empezó el hombre desapareció, jamás lo volvieron a ver.
GR