La jueza central francesa Stéphanie Frappart y las auxiliares Karen Díaz (México) y Neuza Back (Brasil) rompieron esquemas y conformaron la terna arbitral femenina en un Mundial de fútbol masculino.
El trío dirigió el choque definitivo del Grupo E entre Alemania y Costa Rica, con victoria europea 4-2, en el estadio de Al Bayt, en Al Khor, al norte de la capital de Catar, un país especialmente cuestionado por los derechos de la mujer desde su nominación como sede mundialista.
Desde la Copa del Mundo de Uruguay-1930, la primera de la historia, todos los colegiados habían sido hombres, hasta la incursión ayer de Frappart, Back y Díaz, con el respaldo de la hondureña Said Martínez como cuarta árbitra y de la estadounidense Kathryn Nesbitt como encargada del órsay en el VAR.
El equipo arbitral no tuvo mayores inconvenientes al mando de un electrizante juego que selló la eliminación de Alemania en fase de grupos por segunda vez consecutiva, tras Rusia-2018.
Díaz se reveló contra su familia
La mexicana Karen Díaz llegó a la cima del arbitraje en el deporte más popular del planeta luego de más de una década como asistente de línea y pese la oposición inicial de su familia.
Sin que sus padres lo supieran, empezó a dirigir en torneos barriales para pagar sus estudios en ingeniería agroindustrial. Lo que se inició como un salvavidas económico se transformó pronto en un proyecto de vida.
¿¡Qué te pasa!?, ¡Te vas a morir de hambre!”, le dijo su madre cuando supo que se había decantado por ese oficio, recordó Díaz en una entrevista.
La nacida hace 38 años en Aguascalientes, se empeñó en dedicarse a una profesión poco lucrativa, según ella, por encima de ejercer su carrera universitaria.
Debutó como profesional en 2009 y en la primera división mexicana en el 2016, donde cuatro años después se transformó en la primera mujer en oficiar una final. Ha participado en numerosos torneos internacionales de clubes y selecciones de la Concacaf, tanto femeninos como masculinos.
“El arbitraje es una pasión que te desafía todos los días tanto física como mentalmente”, dijo en una entrevista con la Concacaf antes del comienzo del Mundial. “Creo que todas las mujeres del mundo somos de desafíos y cada día hay un partido para arbitrar”.
La última barrera
Frappart, oriunda de Val-d’Oise (al norte de París), rompió a sus 38 años la última barrera que le faltaba en su pionera carrera en el balompié, iniciada en 1996.
Otrora futbolista del AS Herblay de Francia, se apasionó por los silbatos desde los 13años. Pasó un lustro impartiendo orden en la segunda división francesa antes de convertirse en una pionera de la igualdad en el arbitraje.
Fue la primera mujer en dirigir en la élite del fútbol masculino de Francia (2019) y en la Liga de Campeones de Europa (2020). Además, fue nominada para dirigir la Supercopa europea y la Eurocopa (2021).
Mientras que Neuza Back, oriunda del país de Léa Campos, considerada por muchos la primera árbitra del mundo.
La brasileña, también de 38 años, hizo parte en 2020 de la primera terna de mujeres en arbitrar un Mundial de Clubes junto a su compatriota, Edina Alves, y la argentina Mariana de Almeida.
“El sueño de todo árbitro cuando ingresa al curso de arbitraje es estar en un Mundial. Para mí no era diferente”, dijo en un programa del canal brasileño Globo en agosto.
LEG