Dado que cerca del 95% de los alimentos provienen de los suelos, se requiere implementar estrategias para la preservación y el manejo sostenible de los mismos, ya que su situación actual da muestras de degradación acelerada, señalaron especialistas en un evento realizado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
Te podría interesar: Pueblo encarcela a su alcalde por recibir desechos de Oaxaca
Aunado al pronóstico de crecimiento de la población para los siguientes años, se requerirá incrementar los rendimientos de los campos para cubrir la demanda de alimentos, por lo que la atención a los suelos será fundamental hacia adelante, coincidieron en el Día Mundial del Suelo.
Mauricio Márquez Corona, vicepresidente de la Junta de Gobierno y encargado del subsistema nacional del Inegi, refirió que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha pronosticado que para 2050 la producción agrícola deberá aumentar en un 60% para satisfacer la demanda mundial de alimentos y en países desarrollados, el crecimiento deberá de ser en torno al 100%.
“Si consideramos este reto, este desafío junto con la realidad de que el 33% de los suelos está degradado y que puede tomar mil años recuperar uno a tres centímetros de suelo, es clara la relevancia de conmemorar el Día Mundial del Suelo”, expuso.
Jorge Etchevers Barra, investigador del Colegio de Postgraduados, señaló que a nivel mundial, la tierra de producción de alimentos es aproximadamente de cinco mil millones de hectáreas, de las cuales solamente un tercio, mil 670 millones corresponden a tierras cultivables.
Agregó que debido a que los suelos son susceptibles al cambio climático, la contaminación y la urbanización, el suelo fértil del planeta está disminuyendo a un ritmo muy acelerado, lo que compromete la capacidad de producción de alimentos.
“La seguridad alimentaria futura del país pudiera peligrar”, advirtió el especialista.
Y es que indicó que los suelos de México sufren un proceso erosión hídrica y eólica bastante intensiva en algunos sectores del país; y de acidificación por el uso intensivo de fertilizantes amoniacales fundamentalmente. También hay salinización no intencional; y fenómenos de contaminación por uso de productos químicos.
Además, se añade el proceso de escasez hídrica, la irregularidad en el régimen pluviométrico; y el cambio climático.
“Y tenemos procesos irregulares de fertilización: tenemos que realmente tener un establecimiento de una relación racional entre lo que la planta demanda bajo una condición específica agroclimática y lo que nosotros le estamos suministrando”, sostuvo el investigador.
En ese sentido, dijo que el trabajo fundamental técnico es asegurar la persistencia y la calidad del suelo con un manejo adecuado aquí en el país.
Te podría interesar: Registro de empleo formal tiene noviembre más débil desde 2019: IMSS
“Los suelos satisfacen las necesidades de la sociedad, proveen alimentos, energías, nutrientes esenciales para los seres humanos, minimizan el impacto del cambio climático, promueven la salud de los ecosistemas y la mayoría de los alimentos para los seres humanos y los animales, provienen del suelo”, destacó.
CSAS