¿Qué le espera a México en 2023? Todo indica que más de lo mismo: el Gobierno intentará imponer su agenda político-electoral por encima de prioridades tan importantes como la seguridad nacional, la economía y los temas pendientes del T-MEC.
En su marcha, AMLO anunció el incremento al salario mínimo en 20%, lo cual se concretó la semana pasada. Este incremento tiene varias lecturas que son importante señalar: 1) Los beneficiarios directos de este aumento son, básicamente, los destinatarios de sus programas sociales, con lo cual AMLO quiere “amarrar” la lealtad electoral de estos votantes. 2) Un incremento de 20% es un reconocimiento implícito de una inflación muy superior a la de 8.5% que declara el Gobierno. 3) La desproporción del aumento obligará a la revisión de muchos niveles salariales que harán inevitable una escalada generalizada de precios. 4) La apreciación del peso y el aumento de los costos a nivel interno, son un aliciente al crecimiento de las importaciones en detrimento de la industria nacional. Al final, las clases medias sufrirán de forma más significativa el embate inflacionario por venir.
México tendrá que resolver ya las resoluciones pendientes en el T-MEC ante el incremento de las presiones de EU y Canadá. Lo más importante -y urgente- es la disputa en materia energética, que no tiene buena perspectiva. Se suma ahora una fuerte discusión por el maíz y está pendiente una resolución en el ramo automotriz. Preocupante.
El rol del secretario Marcelo Ebrard debería de ser fundamental en estas negociaciones, pero él y toda la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) están volcados en la precandidatura de Ebrard hacia 2024. Marcelo preanunció su salida de la SRE en enero del próximo año, pues se dedicará a recorrer los 300 distritos electorales del país, a fin de ganar la encuesta de Morena y ser su candidato a la presidencia. ¿Quién lo sucederá?
El sábado pasado, el casi excanciller, tuvo dos mensajes interesantes: La continuidad de la 4T “con cambios” y una serie de ataques indirectos a Claudia Sheinbaum. Atacar a Claudia es ir contra AMLO.
El problema de fondo es que, como todos los secretarios están intentando buscar una posición política con el candidato de su preferencia, la guerra civil al interior del Gobierno está fuera de control con graves consecuencias, por ejemplo: La secretaria Buenrostro está alineada con Claudia, ¿va a apoyar a Ebrard para que logre un final exitoso en su gestión en la SRE? De momento, parece que no.
En medio de la disputa al interior de Morena -y del Gobierno- nadie tiene claro si ahí ya se enteraron de que habrá elección para gobernador en Coahuila, donde Manolo Jiménez va firme por la alianza, mientras Morena está en medio de una guerra interna local que puede terminar muy mal. ¿Y Mario Delgado, hace algo?
En el Estado de México, la elección se le puede complicar a Morena; apostó por Delfina, una candidata que, sin AMLO, no tiene fuerza propia. La oposición va, poco a poco, definiendo su estrategia y puede poner la contienda por la gubernatura en condiciones muy competitivas. Allí se define el futuro de Claudia, no sólo necesita que Morena gane la elección, tiene que ser de forma contundente pues el efecto sobre la CDMX es inevitable.
En el frente más sensible de la 4T, Ricardo Monreal, sigue jugando al desgaste; un día va con ellos, otro siempre no, cerrando el círculo para provocar su expulsión y generar el conflicto más grave al interior de Morena. De momento, a Monreal le está saliendo bien la jugada, pero eso no le garantiza ser candidato en 2024.
Mientras tanto, México va a la deriva.
@Pancho_Graue