GUERRERO
Foto: Quadratin / En Ometepec, el hacinamiento del Cereso ha provocado la improvisación de dormitorios en la azotea  

Solo diez minutos les tomó a unos 80 hombres armados, vestidos con ropa tipo militar y cubiertos del rostro, irrumpir en la cárcel de Coyuca de Catalán, Guerrero, para liberar a Samuel N, presunto líder de una banda de secuestradores que un día antes había sido detenido, informó la Fiscalía del estado.

A las 6:40 horas del pasado miércoles, Armando, el director del penal, y Felipe, el comandante de seguridad interna, salían del lugar para comprar la despensa para los internos cuando fueron emboscados por los presuntos criminales.

“Armando N refiere que fue amagado y, bajo amenazas, le ordenaron que entregara a un reo de nombre Samuel N, El Vago”, de acuerdo con el informe que presentó la dependencia.

Tras la petición, diez sujetos equipados entraron con el comandante de seguridad y desarmaron a tres policías estatales. Las amenazas siguieron, ahora contra el encargado de la puerta “para que entregara al reo”.

Minutos después, luego de lograr su cometido, huyeron con el implicado, quien había sido detenido el pasado 5 de diciembre por la Unidad Especializada Antisecuestro y también vinculado a proceso el martes por el delito de rapto.

LA DESARTICULACIÓN

Las autoridades previamente aprehendieron a quienes integraban su banda: Carlos N, Rafael N, Adriel N y Ángel N, éste último durante una operación coordinada entre las unidades antisecuestro de Guerrero y Morelos, apoyados de un equipo de análisis georeferencial.

En octubre, un hombre había sido su última víctima cuando se encontraba afuera de su casa, al interior de su vehículo, en la colonia El Polvorín, en Chilpancingo.

La banda condujo con él hasta el sitio conocido como Los Túneles, en la Autopista del Sol, donde ya los esperaba alguien más para entregarle el coche; la víctima fue internada en el cerro.

Al siguiente día le exigieron a su esposa una elevada suma de dinero a cambio de su libertad. Negociaron durante seis días y el 29 de octubre les pagó una cantidad menor a través de dos depósitos y cuando la víctima fue liberada, las indagatorias comenzaron.

NÚMEROS:

6:45 horas
el momento en que los 80 hombres armados llegaron al penal de Coyuca

4 integrantes
de la banda de secuestradores de la zona fueron detenidos previamente

Improvisan celdas en azotea de Cereso

El hacinamiento que se registra en el Centro de Reinserción Social (Cereso), en el municipio de Ometepec, Guerrero, ha llevado a improvisar dormitorios en la azotea del inmueble, donde cohabitan en condiciones inhumanas más de 160 reclusos, la mayoría hombres, pero también hay mujeres que compurgan sus delitos.

Un custodio de la Policía estatal vigila la zona donde estaban unas diez camas individuales y otras matrimoniales forradas de cartón, sábanas viejas, papel laminado y otros materiales que son usados para habilitar el área con los dormitorios, debido a que en todas demás celdas duermen tres o hasta de cuatro reclusos.

HAY HOMBRES Y MUJERES

Desde hace varios años, este lugar ya es insuficiente para albergar a los presos -mujeres y hombres-, donde también hay mucha población indígena.

Se buscó interrogar al director de ese centro penitenciario, Rafael Campos Hermoso, para preguntarle cuántos reclusos hay exactamente y el por qué hay camas y dormitorios improvisados en la azotea; sin embargo, el policía de guardia en la puerta principal sostuvo que el titular dio la indicación que solo en la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en Chilpancingo se podía dar esa información.

Por ley y economía procesal, los Ceresos deben estar lo más cercano a juzgados; no obstante, cuando se proyectó la Ciudad Judicial de Ometepec, donde están los juzgados no se previó esa disposición legal.

LEG