Hasta hace unos días, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, tenía una bola lenta para sacarla del estadio: arrebatarle al PRI las gubernaturas de Coahuila y Estado de México.
Con ese home run electoral, dejaría al Revolucionario Institucional en terapia intensiva, únicamente con Durango (un Gobierno compartido con Acción Nacional, y que no representaría problema alguno en el proceso federal de 2024).
Pero después de la marcha a favor del INE que sorprendió a todos, y de la derrota legislativa, donde prohibió la oposición cambio constitucional alguno en materia electoral, la 4T tuvo que cambiar el rumbo.
Aún tiene el Gobierno federal un as bajo la manga: el desafuero de Alito y las detenciones de Cabeza de Vaca y Von Roehrich. ¿Pero sería suficiente para ganarle a Alfredo del Mazo y Riquelme?
Si triunfa el tricolor con Alejandra del Moral y Manolo Jiménez se engallará Va por México y la lucha por el control de la Cámara de Diputados y la Presidencia en 2024 será una contienda fratricida. ¿Más polarización? Así es, más división, más enojo y más desánimo, para así llegar frente a las boletas donde se decida la continuidad o el cambio.
Pero si gana AMLO las dos contiendas próximas, ya no hay nada que hacer. Claudio X. González habría recibido la estocada final y los aspirantes se desinflarían aún más. Lilly Téllez, Ricardo Anaya, Silvano Aureoles y Enrique de la Madrid no tendrían ya ninguna posibilidad.
Pero hay un foco rojo al interior de Morena: la designación del senador Guadiana como candidato en Coahuila. ¿Por qué se fueron con el más vulnerable? ¿Por qué se optó por el peor de los candidatos posible? ¿Por qué la encuesta que presentó Mario Delgado no coincide con ningún ejercicio demoscópico serio?
Con Guadiana, todo indica, se envió un regalo a los Moreira y a la familia Ancira: un candidato a modo, para que continúen con el control de Coahuila.
¿Estamos frente a una concertacesión? Así como Carlos Salinas de Gortari ofrecía posiciones de poder a cambio de otras, el presidente López Obrador aventó a Guadiana a la derrota?
Se podrá acusar de todo al titular del Ejecutivo federal, pero nunca se le podrá decir neófito en elecciones o primerizo en la lucha por el poder.
Algo trama, que pronto nos vamos a enterar los mexicanos, y que marcará el futuro del PRI y la continuidad de la denominada Cuarta Transformación.
Con Guadiana perderán Coahuila. ¿Pero qué ganará el Gobierno de López Obrador?
*Periodista, editor y radiodifusor
@GustavoRenteria