Foto: Especial / En octubre pasado, tras la masacre de San Miguel Totoloapan, El Fresa grabó un video y lo subió a redes sociales  

Como si fueran de su propiedad, José Alfredo Hurtado Olascoaga, alias El Fresa, líder de la Nueva Familia Michoacana, pide a los sicarios de su círculo de confianza que se hagan un tatuaje en su honor.

Según un informe de inteligencia, hallado por 24 HORAS entre los millones de documentos hackeados al Ejército por el grupo Guacamaya, el sanguinario capo tatúa a sus escoltas con una fresa en su pecho, de unos 10 centímetros.

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El reporte fue entregado en 2020 por la Fiscalía de Justicia del Estado de México al Centro de Fusión de Inteligencia del Ejército.

En el documento se incluyen detalles de las actividades delictivas de la Nueva Familia Michoacana en esa entidad, así como una descripción de los principales generadores de violencia, entre los que se encuentran lugartenientes del Fresa, identificados por tener un tatuaje de la fruta en el pecho.

“D. J. E. fue pistolero del Comandante Fierros en Zacualpan, haciéndose llamar Güero Pelayo, quien por el tatuaje de una fresa se asume fue gente de confianza de José Alfredo Hurtado Olascoaga (a), ya que se tiene conocimiento que este tipo de tatuajes solo se los pueden colocar los pistoleros que tiene a su cargo o personas de confianza”.

El reporte data de 2020 y se desconoce qué hizo la Defensa Nacional con ese dato de inteligencia, pues dos años después, Hurtado Olascoaga, se ha convertido en uno de los capos más sanguinarios del país.

Al Fresa se le liga a la masacre de San Miguel Totolopan, en Guerrero, en la que en octubre pasado asesinaron a 20 personas, incluido el alcalde, así como a la de Coyuca de Catalán, ocurrida hace unos días, en la que 10 personas fueron masacradas, incluido un menor de 10 años.

El aparato de inteligencia del Estado de México, desde 2020 identificó plenamente las actividades delictivas y ubicaciones de José Alfredo Hurtado Olascoaga, y las puso a disposición del Ejército mediante un correo electrónico.

El Fresa, indica la investigación, en ese entonces era el segundo al mando de la Nueva Familia Michoacana, por lo que sus tareas eran encargarse del pago de nóminas y su ubicación habitual era Palos Altos, en Tlatlaya.

Incluso, la Fiscalía estatal compartió a la Defensa Nacional el restaurante donde a diario asistía El Fresa a comer, así como detalles de los sembradíos de Amapola que tenía en las Mesas de Pineda, Guerrero.

También reveló detalles de la estructura criminal de la Nueva Familia Michoacana, incluidos sus líderes regionales en Estado de México, Guerrero y Michoacán, así como del ascenso criminal de Johnny Hurtado Olascoaga, alias El Pez, hermano del Fresa y ahora uno de los principales generadores de violencia en el país.

Al igual que su hermano, el Pez comenzó con la práctica de tatuar a sus pistoleros y lugartenientes con una imagen de un pez en el pecho. Desde principios de 2020, la Fiscalía del Edomex advirtió al Ejército que la organización de la Nueva Familia Michoacana estaba tomando fuerza territorial y poder de fuego, así como protección institucional, a través de la cooptación de agentes de la extinta Policía Federal, mandos del Ejército y de las policías municipales, por lo que les dio a los militares la pista para ubicarlo en Arcelia Guerrero.

Han pasado casi tres años de que la inteligencia del Estado de México compartió su investigación con la Sedena… Y los hermanos Hurtado Olascoaga siguen libres y se han convertido en sanguinarios capos, con gusto por los animales exóticos, por tatuar a sus pistoleros, las mansiones y las cacerías en África.

En octubre pasado, tras la masacre de San Miguel Totoloapan, El Fresa grabó un video y lo subió a redes sociales, en el que culpó al grupo de Los Tequileros del ataque; sin embargo, las autoridades lo señalan a él, a quien desde 2020 tenían ubicados sus movimientos, como autor intelectual de la masacre.

 

LEG