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Foto: Sedema / “Los tecnosuelos aprovechan estos desechos que, en apariencia no tienen otro uso, entonces aquí los reutilizamos y los incorporamos nuevamente a un ciclo biológico”, añadió Lucy Mora  

Para apoyar la revegetación y reducción de la cantidad de residuos de construcción, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) capitalina y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrollan suelos artificiales como alternativa a la agricultura y contribuir al reciclaje.

A través del programa Basura Cero, la Dirección General de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural e investigadoras de la UNAM desarrollan suelos artificiales a base de residuos de construcción y demolición para contribuir al reciclaje y a la economía circular.

Los tecnosuelos, o suelos artificiales, están compuestos de materiales orgánicos e inorgánicos y su función es la de emular a los suelos naturales como alternativa para producción agrícola y forestal, almacenamiento de agua, regulación de temperatura y recarga de acuíferos, así como rehabilitar parques urbanos, camellos y superficies desgastadas.

Apoyan con el cuidado del medio ambiente al reducir la extracción de tierra negra y otros sustratos de las zonas de conservación; además revalorizan el cascajo, producto de residuos de construcción y demolición generada por el entorno citadino, explicó Lucy Mora, académica del Instituto de Geología de la UNAM.

“Los tecnosuelos aprovechan estos desechos que, en apariencia no tienen otro uso, entonces aquí los reutilizamos y los incorporamos nuevamente a un ciclo biológico”, añadió Lucy Mora.

 

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