Foto: Freepik / En el periodo aumentaron las exportaciones, el gasto del consumidor y la inversión fija no residencial  

El crecimiento del PIB de Estados Unidos en el tercer trimestre fue revisado al alza, a 3.2% a tasa anualizada, según la más reciente estimación publicada el jueves por el Departamento de Comercio.

La primera estimación había ubicado el aumento de la economía en 2.6% para ese periodo, y una revisión previa ya la había subido a 2.9%.

El departamento confirmó así que la economía se recuperó en el tercer trimestre después de contraerse en la primera mitad del año.

Si se compara con el trimestre anterior, la economía estadounidense creció 0.8%, similar al de otras economías avanzadas, frente al 0.6% estimado inicialmente.

El aumento del PIB reflejó incrementos en las exportaciones, el gasto del consumidor, la inversión fija no residencial, el gasto del Gobierno estatal y local y el gasto del Gobierno federal, que fueron parcialmente compensados ​​por disminuciones en la inversión fija residencial y la inversión en inventario privado, de acuerdo el reporte del departamento.

El consumo de los hogares entre julio y septiembre fue superior a lo estimado inicialmente, al igual que la inversión fija no residencial, según el Departamento de Comercio.

Sin embargo, la caída del mercado de la vivienda fue más profunda de lo estimado previamente, con la inversión residencial contrayéndose durante seis trimestres consecutivos, el periodo más largo desde el colapso del mercado de la vivienda en 2006.

De 22 industrias, 16 contribuyeron al repunte del PIB, encabezadas por los servicios de información, profesionales, científicos y técnicos, así como por la minería, el comercio minorista y los bienes raíces, alquiler y arrendamiento. La construcción restó la mayor parte del PIB, seguida por las industrias de servicios públicos y finanzas y seguros.

El PIB se contrajo durante los dos primeros trimestres del año, 1.6% y 0.6% respectivamente, a tasa anualizada. Sin embargo, el Gobierno no considera que Estados Unidos esté en un periodo recesivo.

Aunque dos trimestres consecutivos de caída del PIB se ajustan a la definición técnica de recesión, la fortaleza del mercado laboral, en particular, no permite sostener que ese sea el caso de la mayor economía del mundo.

Las estimaciones de crecimiento para el cuarto trimestre alcanzan un ritmo de 2.7%, con los consumidores haciendo el trabajo más difícil, también respaldados por los ahorros acumulados durante la pandemia.

Los ingresos a disposición de los hogares después de ajustar por inflación aumentaron en el tercer trimestre por primera vez en mucho tiempo a medida que disminuían las presiones sobre los precios. El gasto empresarial en equipos también se ha mantenido resistente.

Aún así, lo más probable es que se produzca una recesión el próximo año, ya que la solidez del mercado laboral aumenta la posibilidad de más subidas de tipos, lo que reduce aún más la riqueza de los hogares, que se está viendo afectada por la caída de los precios del mercado de valores y de la vivienda. Los consumidores también están agotando sus ahorros y un dólar fuerte perjudicará las exportaciones.

“Esperamos una recesión leve a partir de la primavera de 2023”, dijo Gus Faucher, economista jefe de PNC Financial en Pittsburgh, Pensilvania.

Rubeela Farooqi, economista jefe del gabinete HFE, no prevé que la economía se contraiga.

“A pesar de la rápida alza de los tipos de interés, la economía crece y, lo que es más importante, los hogares siguen gastando. Sin embargo, de aquí a 2023, prevemos un crecimiento más lento, aunque no esperamos que la actividad se contraiga”, dijo Farooqi.

El banco central de Estados Unidos ha incrementado sus tipos de interés desde marzo para reducir los altos niveles de inflación.

 

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