La tragedia que se volvió broma
Héctor Zagal
(Profesor de la Facultad de Filosofía de la Universidad Panamericana)
Mañana, 28 de diciembre, no presten dinero, no contesten llamadas, no se le declaren a su ‘crush’ ni confíen si los invita a salir. No sean “inocentes palomitas que se dejan engañar, sabiendo que en este día en nadie deben confiar.” Así se acostumbra anunciar, cada 28 de diciembre, que alguien ha caído en una broma. Y es que esta fecha es el Día de los santos inocentes. ¿Conocen la historia? Se las cuento.
De acuerdo con el evangelio de Mateo, Herodes I el Grande, alertado por la visita de unos magos de Oriente que preguntaban dónde iba a nacer el rey de los judíos, mandó asesinar a todos los niños de 2 años y menores que vivieran en Belén y sus alrededores. ¿Por qué a los niños de Belén? Porque los sacerdotes y maestros de la ley le compartieron que, según las profecías, el Mesías nacería en Belén. Sin embargo, Jesús se salvó de la ira de Herodes. ¿Cómo? En sueños, un ángel previno a José para que tomara al Niño y a María y huyeran a Egipto.
¿Les cuento algo? Esta matanza de niños es cuestionada por varios historiadores. Algo curioso es que el historiador judío Flavio Josefo (c.37–c. 100), quien no tuvo reparo en relatar las atrocidades de las que Herodes I era capaz, no la menciona. Esto no implica que la orden no fuera dada ni que nadie haya muerto, pero sugiere que no fue un hecho tan grande y mentado como lo imaginamos. Aunque, claro, con un inocente que haya sido pasado por la espada de los soldados de Herodes I, sería más que suficiente para recordar el episodio y lamentarlo. Por lo que sabemos de Herodes I, no dudamos que haya podido haber dado una orden tan sanguinaria. Este rey es recordado como un gobernador brutal y celoso de su poder. No tuvo reparo alguno en deshacerse de varios familiares que le resultaban incómodos.
Otros consideran que ese episodio de la matanza de inocentes es una reelaboración de la historia de Moisés. Recordemos que el relato bíblico del Éxodo se narra que el faraón quiso acabar con los israelitas mandando asesinar a todo varón israelita recién nacido.
Ahora, ¿por qué una tragedia como esta se ha convertido en un día de bromas? Empecemos por la fecha del nacimiento de Jesús. Celebramos Navidad el 25 de diciembre, pero lo cierto es que no sabemos cuándo nació ni cuándo llegaron los reyes magos con Herodes ni cuándo éste pudo haber descargado su ira contra los inocentes. Entonces, ¿por qué estas fechas son tan importantes para los cristianos? Parece que la elección de estos días para celebrar los primeros días de vida de Jesucristo obedece a un intento por desplazar tradiciones paganas, como las Saturnales. Éstas son una festividad romana en honor al dios Saturno y se celebraban del 17 al 23 de diciembre. La fiesta culminaba el 25 de diciembre, cuando nacía el Sol invictus, la victoria de la luz sobre la oscuridad. Las Saturnales eran días de desenfreno, de banquetes y de bromas. Durante las Saturnales las jerarquías y roles sociales se alteraban: el esclavo se volvía amo y el amo se convertía en esclavo. ¿Qué harían ustedes si fueran jefes de sus jefes por un día? ¿Ven? Serían días de locura, de peticiones absurdas, de castigos desproporcionados y bromas pesadas.
Es así como la algarabía de las Saturnales se ha mezclado con la tragedia de la matanza de inocentes. Por ello, cada 28 de diciembre, hay que cuidarnos, sacar el colmillo y no ser inocentes.
Les comparto algunas bromillas de las cuales cuidarse mañana: que les cambien azúcar por sal, que les adelanten o atrasen los relojes en casa, préstamos y créditos, maniquís que resultan estar muy vivos, llamadas falsas y que toquen a la puerta.
¿Qué otras bromas conocen?
Sapere aude! ¡Atrévete a saber!
@hzagal