Rusia denunció este lunes incursiones de “saboteadores” ucranianos y de un dron derribado cerca de una base aérea rusa a cientos de kilómetros del frente, en la segunda operación de este tipo en un mes.
El servicio ruso de seguridad (FSB) dio parte de la “eliminación” de “saboteadores” que el domingo intentaron infiltrarse en la región rusa de Briansk, fronteriza con Ucrania.
Las agencias de prensa rusas indicaron además que la defensa aérea derribó el domingo por la noche un dron ucraniano que volaba hacia la base aérea de Engels, que alberga bombarderos estratégicos rusos.
La ciudad de Engels, en la región sureña de Saratov, está a más de 600 km de la frontera con Ucrania. Su base aérea ya había sido atacada a inicios de mes.
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“Como resultado de la caída de restos del dron, tres oficiales técnicos rusos que estaban en la base aérea sufrieron heridas mortales”, informó el Ministerio de Defensa, citado por la agencia rusa TASS.
Las autoridades ucranianas se han abstenido hasta el momento de cualquier comentario sobre esas acusaciones.
Saboteadores ucranianos “eliminados”
Según el FSB, el grupo de “saboteadores” que intentó infiltrarse en la región de Briansk llevaba armas y explosivos.
“Tras un enfrentamiento el 25 de diciembre de 2022, cuatro saboteadores (…) fueron eliminados”, indicó en un comunicado.
En un video difundido por la agencia de prensa rusa Ria-Novosti, se ven cuatro cadáveres ensangrentados, vestidos con uniformes de camuflaje invernal y con armas a su alrededor.
De momento, la AFP no pudo confirmar esta información con fuentes independientes.
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Rusia, que hace diez meses lanzó una ofensiva militar en Ucrania, sufrió en los últimos meses una serie de ataques contra bases militares e infraestructuras clave, que las autoridades atribuyen a los ucranianos.
La destrucción parcial del puente de Crimea en octubre, que conecta la península ucraniana anexionada por Moscú en 2014 con el territorio ruso, fue un duro revés para el Kremlin, que ya había sufrido varios reveses en el campo de batalla.
Ucrania nunca confirmó su responsabilidad en la explosión, pero el presidente ruso, Vladímir Putin, multiplica desde entonces los bombardeos contra infraestructuras energéticas ucranianas, dejando a millones de ucranianos sin luz ni calefacción en pleno invierno.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, indicó el lunes por la noche que 9 millones de personas estaban sin energía en el país, a pesar de que los equipos de reparaciones seguían trabajando en las fiestas navideñas para arreglar la red.
Excluir a Moscú de la ONU
Ucrania pidió la exclusión de Rusia de Naciones Unidas, aunque esa demanda no tiene ninguna posibilidad de prosperar, ya que Moscú tiene derecho de veto en el Consejo de Seguridad, del que es miembro permanente.
“Ucrania llama a los Estados miembros de la ONU (…) a privar a la Federación de Rusia de su estatus de miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y a excluirla de la ONU en su conjunto”, escribió el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba.
Después de diez meses de guerra y un creciente aislamiento internacional, el dirigente ruso no parece dispuesto a cambiar su estrategia y el domingo justificó su ofensiva militar.
“Todo se fundamenta en la política de nuestros adversarios geopolíticos, que buscan dividir a Rusia, la Rusia histórica”, denunció Putin en una entrevista difundida en la televisión rusa.
El mandatario suele referirse al concepto de “Rusia histórica” para justificar la intervención militar en Ucrania, con el fin de unir a ucranianos y rusos, que forman, según afirma, un solo pueblo.
“Estamos actuando en la dirección correcta, estamos protegiendo nuestros intereses nacionales, los intereses de nuestros ciudadanos, de nuestro pueblo”, insistió, pese a los duros reveses sufridos por las tropas rusas en el norte, el este y el sur de Ucrania.
El jefe de Estado ruso también prometió eliminar el sistema de defensa antiaérea Patriot que Estados Unidos entregará a Kiev.
“¡Por supuesto que lo destruiremos, al 100%!”, afirmó, apenas tres días después de haber asegurado que su ejército encontraría “un antídoto” para esquivar un “sistema bastante viejo”.
En el terreno, una oleada de misiles se abatieron el sábado sobre Jersón, una ciudad del sur de Ucrania recuperada por Kiev en noviembre tras ocho meses de ocupación rusa. Los bombardeos dejaron al menos 10 muertos y 55 heridos.