La decisión mexicana de arrestar al capo Ovidio Guzmán López a petición del Gobierno de Estados Unidos, modificó la lógica de la estrategia de seguridad de las autoridades mexicanas y agotó en los hechos el camino de los “abrazos, no balazos”.

Ovidio formaba parte del expediente estadounidense de El Chapo Guzmán y estaba a cargo de la producción y tráfico de fentanilo hacia EU y una célula del Cártel de Sinaloa era la principal contrabandista que recibía la droga dentro de Estados Unidos, la distribuía en todo el país americano e inclusive estaba a cargo de la venta al menudeo en las calles.

En este contexto, México tiene toda la autoridad hoy para exigirle a EU que tome decisiones claras y de fondo para combatir el contrabando y tráfico de drogas dentro de su país, porque hasta la fecha las autoridades americanas solo atienden los casos de sobredosis de consumo de fentanilo que provocaron más de 100 mil muertes el año pasado.

El presidente López Obrador tendría la fuerza institucional para requerir al presidente Biden el próximo lunes un compromiso mucho más sólido para combatir el contrabando, la distribución y la venta al menudeo de droga mexicana que atraviesa la frontera bilateral sólo por efecto de la corrupción de las autoridades estadounidenses que son responsables de evitar el tráfico ilegal de drogas.

Mientras el Gobierno estadounidense no combata con seriedad el consumo de drogas y se escude en el derecho individual al uso de estupefacientes ilegales, los cárteles de las drogas seguirán existiendo en México y en América Latina y encontrarán la forma de corromper autoridades estadounidenses para ingresar de manera ilegal a territorio americano.

 

Zona Zero

  • La operación mexicana para arrestar a Ovidio recompone la imagen que había desplegado el presidente de la República de un acercamiento con algunas de las familias vinculadas al Cártel de Sinaloa, incluyendo el saludo de mano a la mamá de El Chapo Guzmán. Las visitas presidenciales a la zona de Badiraguato dejaron la impresión de que existía un pacto de entendimiento entre el Gobierno mexicano y el Cártel de El Chapo. Ahora el Gobierno mexicano está obligado a ir tras El Mencho, del CJNG.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

seguridadydefensa@gmail.com

www.seguridadydefensa.mx

@carlosramirezh