La capacidad de Norteamérica para competir con el mundo en todos los sectores dependerá en gran medida de la seguridad energética regional, con un plan de transición que garantice el acceso a electricidad y combustibles limpios y confiables a precios competitivos, que permita a inversionistas cumplir sus objetivos empresariales, así como sus metas medioambientales globales, indicaron los sectores empresariales de México, Estados Unidos y Canadá.
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Por ello hicieron un llamado a los gobiernos de esos países para que lleguen a una resolución rápida de las controversias en materia de energía, reglas de origen del sector automotriz y cuotas arancelarias de productos lácteos en el marco del T-MEC.
A propósito de la Cumbre de Líderes de América del Norte, que se realizará en el territorio nacional, el Consejo Coordinador Empresarial, la Cámara de Comercio de Estados Unidos y el Consejo Empresarial de Canadá instaron además a los tres gobiernos a negociar, a través del diálogo y la cooperación, la solución de otros retos, como la posible prohibición de maíz modificado genéticamente, a fin de evitar procedimientos formales de solución de controversias.
“Nuestra resiliencia compartida, crecimiento económico y creación de empleo, así como la calidad de vida de nuestras sociedades, dependen de continuar con la toma de acciones estratégicas en favor de Norteamérica”, indicaron en un pronunciamiento conjunto.
“Es importante trabajar en políticas públicas adecuadas para evitar el uso de estos mecanismos, que deben mantenerse como recursos de última instancia”, agregaron.
Destacaron que hace más de 30 años, los creadores del Tratado de Libre Comercio de América del Norte pusieron las bases de una plataforma regional de cadenas de suministro que permitiría a empresas y trabajadores de las tres naciones comerciar y competir exitosamente con el resto del mundo, y que uno de los mejores ejemplos es la industria automotriz altamente integrada.
Aseguraron que actualmente se tiene una oportunidad sin precedentes de colocar a Norteamérica como el principal productor mundial de autos eléctricos, pero sólo se conseguirá si se trabaja en conjunto para solucionar la escasez de materias primas clave, fomentar la inversión en nuevas capacidades de fabricación y facilitar a los consumidores la compra de esas tecnologías.
“Para alcanzar esta visión de una región de Norteamérica competitiva, es fundamental que nuestros gobiernos trabajen juntos en desarrollar estrategias que refuercen el Estado de Derecho, aseguren certidumbre para los negocios y se adhieran a mejores prácticas globales de transparencia, previsibilidad, estabilidad, rendición de cuentas y el debido proceso”, señalaron.
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