El gobierno brasileño, a cargo de Luiz Inácio Lula da Silva, aumentó la seguridad en Brasilia, después de que seguidores del expresidente Jair Bolsonaro anunciaron una nueva marcha hacia la sede de los poderes públicos, tres días después de que violentas protestas arrasaran el Congreso, la Corte Suprema y la Presidencia.
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Más de una docena de vehículos policiales, incluyendo camiones de las fuerzas de choque, resguardan la Plaza de los Tres Poderes, que fue cercada. Hasta el cierre de esta edición no había manifestantes alrededor, mientras una fuerte lluvia caía en la capital brasileña.
Mientras más de 650 personas continúan detenidas por participar en “actos terroristas”, de acuerdo con las autoridades, en redes sociales circula una convocatoria para protestar en varias capitales bajo el lema “Mega Manifestación Nacional Para Retomar El Poder“.
En Brasilia, el gobierno accionó las fuerzas del orden para resguardar la Explanada de los Ministerios, una larga avenida que concentra los edificios sede de las secretarías de Estado y que desemboca en el Congreso Nacional, el Palacio Presidencial de Planalto y la Corte Suprema.
El viceministro de Justicia, Ricardo Cappelli, designado por el presidente para comandar las fuerzas de seguridad de Brasilia tras los actos violentos del domingo pasado, anunció la instalación de “barreras, puestos de control y bloqueos” en los accesos a la Explanada y ordenó interrumpir la circulación de vehículos en las avenidas adyacentes.
Frase:
“Es un grupo de personas enloquecidas que no entendieron aún que la elección terminó” – Lula da Silva, presidente de Brasil.
“No hay hipótesis de que se repitan en la capital federal los hechos inaceptables que ocurrieron el día 8 de enero” – Ricardo Cappelli, viceministro de Justicia de Brasil.
Con información de AFP.
LEG