La inflación en Estados Unidos alcanzó en diciembre su menor nivel en más de un año, según datos oficiales que señalan que lo peor de la escalada de precios podría haber pasado.
El índice CPI se desaceleró a 6.5% anual tras el 7.1% en noviembre y se trató del aumento más pequeño desde octubre de 2021, de acuerdo con el Departamento de Trabajo. El resultado está en línea con lo esperado por analistas, según el consenso publicado por MarketWatch.
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Si se comparan los precios contra el mes previo, las cifras muestran incluso un descenso de 0.1%, por primera vez desde que la pandemia se instaló en Estados Unidos, hace casi tres años.
Tras publicarse las cifras, el presidente Joe Biden dijo que la inflación va claramente “en la dirección correcta”, aunque aún queda “trabajo por hacer”.
“Es un nuevo pequeño paso en la dirección correcta, pero el descenso se debe sobre todo a las componentes más volátiles del índice, por lo que la Fed no puede apoyarse demasiado (en estas cifras) como fuente real (que determine) una moderación de la inflación”, explicó Ryan Sweet, economista jefe para Estados Unidos de Oxford Economics.
Según el Departamento de Trabajo, una caída de precios en las gasolineras es “el principal factor de esta baja mensual”, y “más que compensa” el alza de precios de la vivienda y la alimentación en particular.
Los precios de los alimentos crecieron 0.3% y los de la vivienda 0.2% en la comparación mensual, pero la gasolina cayó 4.5%.
La inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de carburantes y alimentos, subió en cambio 0.3% entre noviembre y diciembre, frente a 0.2% en noviembre, también en línea con lo esperado por analistas. A tasa anual, este componente se moderó a 5.7%, e hiló tres meses con desaceleraciones.
“El alza de precios de productos esenciales hace difícil evitar la inflación, que permanece como un problema mayor para los consumidores”, resumió Neil Saunders, director general de GlobalData.
Los precios de los vehículos usados y del transporte aéreo, particularmente sensibles a los costos de la energía, bajaron. Los vehículos nuevos también bajaron, 0.1%, su primera caída desde enero de 2021.
“Algo más preocupante es el alza de precios de los servicios. Es una fuente de inflación que todavía no encontró su techo. Este año, la cuestión clave es saber si la baja de precios de los bienes compensará el alza de los servicios en el primer semestre”, agregó Saunders.
Costos y riesgos
Parece lejos el mes de junio, cuando la inflación alcanzaba su máximo desde 1981, a 9.1% a tasa anual. Aunque esta tendencia a la baja se confirme, la Reserva Federal (Fed), que tiene como prioridad conjurar la inflación, no cantará victoria tan rápido.
El objetivo de la institución es llevar la inflación a alrededor de 2%, en función de otro índice al que le da prioridad, que es el PCE.
La Fed viene subiendo sus tasas de interés para encarecer el crédito, de forma de desalentar el consumo y la inversión que presionan los precios al alza, aún a riesgo de afectar el crecimiento económico o generar una recesión.
Aunque las tasas de los créditos se dispararon, el consumo resiste en Estados Unidos, al igual que el empleo, con una tasa de desocupación que volvió a bajar en diciembre a 3.5%.
La situación podría complicarse en las próximas semanas, alertan los analistas, pues
los despidos masivos se multiplican en el sector de la tecnología.
Con información de AFP
LEG