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El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) prevé que la economía mexicana crecerá 1.2% durante 2023, una proyección que queda distante al 3.0% que espera el Gobierno federal para este año.

“Si bien es positiva (la expectativa de crecimiento económica), queda muy por debajo del 2% que podría considerarse el potencial de crecimiento actual y está sujeto a fuertes riesgos a la baja”, expuso José Domingo Figueroa Palacios, presidente nacional del IMEF.

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En conferencia de prensa, explicó que entre los factores externos que persisten en el escenario, destaca la previsión de desaceleración mundial, con especial atención en Estados Unidos que se posiciona como el principal socio comercial de México.

Entre los elementos internos, todavía queda pendiente la trayectoria de la inflación, que si bien en diciembre logró desacelerar hasta 7.82% desde el 8.70% observado en agosto y septiembre, todavía no se puede determinar el inicio de un descenso para el transcurso del año.

“Todavía no hay que cantar victoria, todavía falta por consolidar esa baja antes de empezar a poder anticipar un cambio en la política monetaria y en las tasas de interés… van bien, pero todavía no hay que cantar victoria”, puntualizó Mario Correa Martínez, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF.

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Pese a los riesgos, el presidente del IMEF refirió que el país tiene la posibilidad de mejorar el escenario económico por la relocalización de eslabones de las cadenas de suministro, pero para ello se requiere que el Gobierno mexicano cambié su política energética con el objetivo de aprovechar al máximo la oportunidad en la región.

“Todas las empresas que se van a ubicar en México por relocalizaciones necesitan nueva capacidad de energía eléctrica, en ese sentido es deseable que se pudieran dar inversiones en este tema; y segundo también requieren energía limpia y creo que ahí es donde tenemos que enfocar los esfuerzos para que sea un éxito la relocalización de las empresas”, dijo.

LDAV