Emmanuel Macron, presidente de Francia, estará a prueba esta semana en una jornada con una importante huelga contra el retraso de la edad de jubilación a 64 años.
El Gobierno francés también pretende adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años para cobrar una pensión completa, dos medidas que cristalizan el rechazo de la opinión pública.
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Más de seis de cada 10 personas se oponen, según un sondeo de OpinionWay publicado este martes. Un 61% de los encuestados considera “necesaria” una reforma, pero no la propuesta por Macron, y un 58% apoya las protestas.
El presidente convirtió esta reforma en un eje clave de su segundo mandato, después de que el Covid-19 lo obligara a detener un primer intento a inicios de 2020.
Pero este jueves estará en Barcelona para una cumbre franco-española, al dejar al frente a su primera ministra Élisabeth Borne, quien defendió “un proyecto de justicia” y “progreso”.
“Tiene razón de no estar en primera línea”, dijo Frédéric Dabi, del instituto de sondeos Ifop, para quien si “hay una crispación terrible”, podrá intervenir más tarde.
“Todo se sucede como si los franceses hubieran integrado que el gobierno no podrá ceder, porque Macron se juega su mandato”, agregó el analista.
SINDICATOS
Los ocho principales sindicatos esperan millones de huelguistas y manifestantes. “Hace años que no vemos una semejante movilización”, confirmó el secretario general de FO, Frédéric Souillot.
La última gran movilización sindical tuvo lugar en 2010 cuando el gobierno del conservador Nicolas Sarkozy propuso y aprobó retrasar la edad de jubilación de 60 a 62 años.
“Será un jueves de infierno”, advirtió en la cadena France 2 el ministro de Transportes, Clément Beaune, al pedir a aquellos que puedan que trabajen desde casa.
FECHA LÍMITE
La jornada de acción será cuatro días antes de que el Consejo de Ministros apruebe la reforma. Su trámite parlamentario, a partir de fines de enero, irá acompañado de nuevos paros.
Para garantizar su aprobación, el oficialismo, que perdió la mayoría absoluta en junio, multiplicó en las últimas semanas las discusiones con el partido opositor de derecha Los Republicanos (LR), favorable a una reforma.
Para evitar la obstrucción parlamentaria de la izquierda, podría recurrir al procedimiento del artículo 47.1 que limita el tiempo del debate a 50 días.
Si las dos cámaras no votan la reforma para el 26 de marzo, el gobierno puede aplicarla mediante un decreto, con el riesgo de aumentar la imagen de autoritario de Macron.
Con información de AFP
LEG