La Policía de California aumentó a 11 el lunes la cifra de muertos en un tiroteo registrado el sábado mientras celebraban el Año Nuevo Lunar en un salón de baile en los suburbios de Los Ángeles, al tiempo que investigaba los motivos del atacante, un septuagenario de ascendencia asiática.
El número de muertos inicialmente divulgado, de 10, fue aumentado en una actualización anunciada el lunes por el Centro Médico LAC+USC en Los Ángeles.
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“Nos entristece anunciar que una de las víctimas ha sucumbido a sus heridas”, dijo el hospital, que atendía a cuatro de los 10 heridos en el incidente, en un comunicado enviado a la AFP.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha expresado su consternación y ordenó arriar las banderas tras este enésimo asesinato en un país asolado por la violencia armada.
El sospechoso identificado como Huu Can Tran, de 72 años, era un habitué en el Star Dance Studio en Monterey Park -oeste de Estados Unidos-, donde daba lecciones informales, dijeron los medios estadounidenses, y supuestamente creía que otros instructores decían “cosas malas sobre él”, dijo un amigo que no dio su nombre a la CNN.
La cadena de noticias informó que no estaba claro con qué frecuencia Tran había visitado el estudio en los últimos años.
Se cree que llegó allí alrededor de las 22H20 del sábado (06H20 GMT del domingo) y abrió fuego en el interior, matando a 10 personas (cinco hombres y cinco mujeres, todos entre 50 y 60 años) e hiriendo a 10 más.
Luego aparentemente condujo hasta otro salón de baile en la cercana Alhambra, donde las autoridades creen que tenía la intención de llevar a cabo una segunda masacre, pero fue detenido por un empleado, de 26 años, que le quitó el arma.
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Las imágenes de cámaras de seguridad obtenidas por la cadena televisiva ABC muestran a la pareja luchando en el vestíbulo del Lai Lai Ballroom & Studio en Alhambra.
“Por su lenguaje corporal, su expresión facial, sus ojos, estaba buscando personas”, dijo al The New York Times el joven que le desarmó, Brandon Tsay, cuyos abuelos fundaron el negocio familiar.
Tsay le arrebató el arma al sospechoso, le apuntó y gritó: “Vete, lárgate de aquí”, relató al periódico.
El sospechoso se dio a la fuga. Luego se suicidó de un disparo dentro de una camioneta blanca en Torrance, varios kilómetros al sur, el domingo por la tarde, cuando las autoridades se disponían a arrestarlo.
La Policía indicó que el motivo del ataque, que se produjo cuando las comunidades asiáticas de todo el mundo celebraban la festividad del Año Nuevo Lunar, seguía siendo un misterio.
CNN informó que Tran, que era un inmigrante de China, había conocido a su exesposa hace unos 20 años en el estudio de Monterey Park, una ciudad con población mayoritariamente de orígen asiático.
La cadena no identificó a la exesposa, pero dijo que la pareja se conoció cuando Tran estaba dando lecciones y le ofreció tomar una clase.
El matrimonio no duró mucho y la pareja se divorció en 2006.
La exesposa dijo que Tran nunca fue violento con ella, pero que se frustraba cuando, por ejemplo, perdía un paso en un baile.
“Hostil”
CNN también entrevistó a un viejo amigo de Tran, quien señaló que en un momento asistía al estudio “todas las noches”.
Tran era “hostil con mucha gente allí”, agregó el amigo.
No estaba claro si el sospechoso seguía asistiendo regularmente al estudio de Monterey Park.
Tsay, quien le dijo a The New York Times que es un programador que trabaja varios días a la semana en el estudio de baile de su familia en Alhambra, afirmó que nunca antes había visto a Tran.
Inicialmente, las autoridades temían que el ataque fuera un crimen de odio contra los estadounidenses de origen asiático.
“No sabemos si esto es específicamente un crimen de odio definido por la ley”, dijo el domingo el sheriff de Los Ángeles, Robert Luna, “pero, ¿quién entra a un salón de baile y dispara contra 20 personas?”
Monterey Park, a solo unos pocos kilómetros del centro de Los Ángeles, alberga a unas 60.000 personas, la mayoría asiáticas o asiáticoestadounidenses.
Sobre la cinta policial, el domingo todavía colgaban decoraciones erigidas en la ciudad para el Año Nuevo Lunar.
Entre las víctimas identificadas por un funcionario del condado de Los Ángeles en una nota a la AFP estaba Mymy Nhan, una mujer de 65 años.
“Entramos al Año Nuevo Lunar con el corazón roto. Nunca imaginamos que ella pudiera morir tan repentinamente”, dijo su familia en las redes sociales.
Antes, decenas de miles de personas se habían reunido para el festival del Año Nuevo Lunar, de dos días de duración, uno de los más grandes del área. Los eventos previstos para el domingo fueron cancelados tras el ataque.