Dos agentes de la DEA, un expolicía de Chicago, dos agentes federales de Aduanas y un exvendedor de drogas callejero fueron los seis testigos que presentó la Fiscalía en el tercer día del juicio en Nueva York contra el exsecretario de seguridad, Genaro García Luna, quienes nunca mencionaron su nombre durante su intervención.
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El exagente Ernest Cain, quien era oficial de policía de Chicago y decomisó casi dos toneladas de cocaína en esa ciudad, fue llamado para mostrarle al jurado cómo fueron los aseguramientos de los cargamentos de cocaína proveniente de México y cómo se distribuían en Nueva York. Todos presuntamente provenientes del Cártel de Sinaloa.
Esto con el propósito de establecer que si ese cargamento de droga pudo llegar hasta Chicago en esas cantidades, sólo era posible con un gran entramado criminal del que el exfuncionario era parte.
En esa misma línea testificaron Jamal Hornedo y Matt Coleman, agentes de la Administración Federal Antidrogas (DEA), Noa Malloni, agente de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), y Stephen DeMayo, exagente de Inmigración y Aduanas (ICE), aunque ninguno de ellos señaló directamente a García Luna.
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También subió al estrado, de forma “acotada”, Tirso Martínez Sánchez, alías El futbolista, cuyo testimonio estuvo a la deriva, ya que el juez Brian Cogan ordenó, en primera instancia, que no se admitiera, aunque después sí lo dejó testificar pero que se “suprimiera” parte del testimonio, ya que no había relación directa con el acusado.
Martínez Sánchez también testificó sobre el decomiso de droga realizada en Chicago por Cain y explicó el funcionamiento del tráfico de cocaína a través de trenes de carga desde la ciudad de México a Los Ángeles (California), Chicago (Illinois) y Nueva York.
Durante su intervención, reconoció que él nunca le dio un soborno a García Luna, pero que sabía que éste recibía cantidades importantes de dinero de integrantes del Cártel de Sinaloa. Además, El futbolista señaló que él pagaba sobornos a un militar en Chiapas, un comandante en Guadalajara y un oficial en León.
El futbolista, llamado así por haber poseído varios equipos de futbol en México, fue detenido en febrero de 2014 en León, Guanajuato, y extraditado a Estados Unidos en diciembre de 2015. El 19 de octubre de 2016 se declaró culpable de los delitos de narcotráfico tras haber llegado a un acuerdo con el Departamento de Justicia de EU para ser testigo cooperante.
Tras el desfile de testigos, ninguno de ellos fue contrainterrogado por la defensa del exsecretario de Seguridad.
El juicio contra García Luna entró en un receso largo y se reanudará hasta el próximo lunes a las 9:30 horas.
Hasta el momento van siete testigos de los 70 que los fiscales contemplan llamar al estrado.
LEG