Adrian Trejo

La ministra Yasmín Esquivel Mossa tendrá la oportunidad de defenderse de la acusación de plagio ante el Comité Universitario de Ética de la UNAM, un derecho que había reclamado.

La UNAM informó que la presidenta de dicho Comité, Elisa Speckman Guerra, envió ayer una comunicación a la ministra para informarle que “en términos de la legislación universitaria, será convocada para que ofrezca los argumentos y las pruebas que estime pertinentes, ya sea en forma personal o por conducto de un representante, garantizándole su derecho de audiencia y defensa’’.

Esquivel acudirá como culpable, pues así ya lo determinó la FES Aragón y la propia Universidad.

Establecer un espacio para que se defiende resulta atemporal cuando de entrada ya se le etiquetó culpable.

Sin embargo, está puede ser la ocasión que requería para tratar de lavar su imagen.

De acuerdo con una línea de tiempo elaborada por la ministra, ella habría sido la primera en proponer el tema y capitulado de la tesis.

Esta línea de tiempo establece que la hoy ministra comenzó sus estudios de licenciatura en octubre de 1982; ese mismo año conoce a la profesora Martha Rodríguez Ortiz, a quien meses después presentaría su proyecto de tesis.

En marzo de 1985, comienza el sexto semestre de la carrera y ahí la profesora Ortiz le imparte la materia de Derecho del Trabajo II; en julio de ese mismo año, de acuerdo con la ministra, propone el tema e inicia los trabajos de sus tesis.

En diciembre de ese 1985, presenta a su asesora el capitulado de la tesis, misma que concluye en abril de 1986.
Tres meses después, en julio de 1986, se publica la tesis de Édgar Ulises Báez Gutiérrez.

De acuerdo con esta línea de tiempo, la tesis de la ministra fue aprobada luego de haber cursado un seminario casi un año después, es decir, en junio de 1987 y fue actualizada, a sugerencia de su asesora de tesis, en julio del mismo año.

La impresión de la tesis de la ministra ocurrió en septiembre de 1987; un mes después presentó su examen profesional y en noviembre la UNAM le expide el título.

Lo que Esquivel Mossa trató de demostrar con esta línea de tiempo es que ella fue la primera en proponer el tema, el capitulado y el título de la tesis cuya autoría se disputa.

Habría que conocer también la línea de tiempo de la tesis de Báez Gutiérrez, quien se asume como el autor original de la investigación para poder hacer una comparación que no deje lugar a dudas, pero eso corresponderá a la propia UNAM.

Hasta ayer por la noche la ministra no se había pronunciado sobre el comunicado de la UNAM, pero vale la pena preguntar sí estaría dispuesta a acudir a comparecer ante un Comité de Ética con el letrero de culpable colgando al cuello.

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Ayer escribimos en este espacio que el Gobierno estaba utilizando el juicio de Genaro García Luna para tratar de desviar la atención de problemas cotidianos económicos y políticos, como la mal llamada reforma electoral o Plan B.

Obviamente hubo quienes estuvieron de acuerdo y quienes no.

Pero el presidente López Obrador se encargó de validar la afirmación cuando se sacó de la chistera que la convocatoria para reunirse el 26 de febrero en el Zócalo en defensa del INE, es en realidad, una manifestación para defender a… García Luna.

Así que desde la mañana de ayer fue tendencia #GenaroNoseToca impulsada por los seguidores presidenciales.

Pero no es distracción.

LEG