Al menos 51 personas murieron en dos dramáticos accidentes ocurridos en pocas horas de intervalo en el oeste de Pakistán: un autobús que cayó por un puente dejó al menos 41 víctimas mortales y un naufragio costó la vida a 10 niños.
Una operación de rescate estaba en curso el domingo en el lago Tanda Dam, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, después de que naufragara una embarcación que transportaba entre 25 y 30 alumnos de una escuela local que iban de excursión. Diez niños de entre 7 y 14 fueron hallados muertos y otros 17 pudieron ser rescatados, añadió la Policía. Todavía hay tres que siguen desaparecidos.
Horas antes, al menos 41 personas perdieron la vida en un accidente de autobús que explotó luego de caer de un puente, en el norte de la ciudad de Bela, distrito de Lasbela, provincia de Baluchistán.
El autobús chocó contra un pilar del puente y cayó al vacío, explicó el responsable. El vehículo salió de la capital de la provincia, Quetta hacia Karachi, situada a unos 700 km al sur.
La mortalidad en las carreteras de Pakistán es elevada debido al mal estado, la falta de seguridad vial y la conducción peligrosa. Los autobuses suelen ir llenos hasta el tope y el uso del cinturón de seguridad no está muy extendido.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 27 mil personas murieron en las carreteras de Pakistán en 2018, última estadística conocida. Los naufragios con numerosos fallecidos también son habituales en el país, donde muchos barcos navegan en mal estado y van abarrotados de gente.
CON INFORMACIÓN DE AFP
LEG