Las contradicciones marcaron el interrogatorio del narco Óscar “Lobo” Valencia, quien aseguró este lunes en un tribunal de Nueva York que pagó “más de 10 millones de dólares en efectivo” al exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, en el banquillo por sus presuntos lazos con el cártel de Sinaloa para enviar droga a Estados Unidos.
“Le di más de 10 millones en efectivo procedente de la droga”, dijo el testigo de la fiscalía, en el juicio al funcionario mexicano de más alto nivel que ha pasado por el banquillo de la justicia estadounidense.
Pero la defensa, que le hizo caer en varias contradicciones le preguntó cómo es que hasta después de la detención de García Luna en Texas, en diciembre de 2019, nunca había mencionado al secretario de Seguridad Pública del gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), pese a que se había reunido “docenas de veces” con responsables estadounidenses tras su extradición a Estados Unidos en 2011.
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La defensa centra su estrategia en desprestigiar a los testigos de la fiscalía que han recibido remisiones de pena a cambio de colaborar con ella.
“Lobo”, antiguo jefe del cartel de los Valencia, cercano inicialmente al de los Beltrán Leyva, admitió haber enviado a Estados Unidos “más de 100 mil kilos de cocaína” y contó que se había reunido personalmente dos veces con García Luna.
La última, el jefe de las fuerzas de seguridad del país, que libraban la guerra contra el narcotráfico, habría acudido a las oficinas de un negocio de lavado de autos de un amigo en Guadalajara.
“Tuvimos que pagar 500 mil dólares para verle a través de (Luis) Cárdena Palomino”, su hombre de confianza en la secretaría, dijo el testigo, vestido con buzo amarillo de carcelario.
Dos encuentros
Se reunieron durante unos “15 minutos”. “¿Le dio dinero a García Luna?”, le preguntó la asistente de fiscal Marietou Diouf. “Teníamos que darle 3 millones de dólares” en total, dijo el testigo.
Detenido por la policía mexicana en octubre de 2009, “Lobo” contó otro encuentro con el alto funcionario en una casa de Arturo Beltrán Leyva, después de un operativo en el puerto de Manzanillo, en 2007, en el que la marina mexicana decomisó al menos 20 toneladas de cocaína en dos cargamentos distintos que estaban a destinados al propio “Lobo” y al líder de los Beltrán Leyva.
Ante las dificultades para liberar la carga, aceptaron pagar 10 millones de dólares, después de que Arturo Beltrán Leyva habló con “los licenciados”, que según explicó a pedido de la fiscalía, eran “García Luna y otros funcionarios del gobierno”. La otra parte, la pagarían cuando recuperaran la droga, lo que nunca ocurrió.
Después, García Luna se habría reunido con ellos en Cuernavaca para “tratar de saber lo que había pasado y por qué”. “Nos dijo que no había podido hacer nada” porque los estadounidenses habían avisado a la marina mexicana del cargamento procedente de Colombia.
“Hasta mil muertos”
“Me sorprendió verlo ahí”, reconoció el testigo, que a insistencia de la defensa admitió haber matado “hasta mil personas” y torturado, por lo que fue condenado en 2014 a 25 años de cárcel en Estados Unidos. Su colaboración con la justicia le valió en 2019 una reducción de pena a 16,5 años.
“Lobo” Valencia dijo que también participó en una “polla (colecta) para pagar a García Luna” a la que él habría entregado 2,5 millones de dólares.
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Según él, también pagaban coimas a “otros funcionarios del gobierno”, así como a autoridades municipales, agentes de la policía federal y aduanas, responsables de los puertos y aeropuertos para que los “dejaran sacar los cargamentos” de droga. El aeropuerto de la capital mexicana era una de las principales puertas de entrada de la droga procedente de Colombia en el país, aseguró.
Lobo corrobora el testimonio del primer testigo de la fiscalía, Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”, que desgranó la semana pasada los supuestos pagos al arquitecto de la guerra contra las drogas en el gobierno de Felipe Calderón, que está acusado de haber ayudado al cartel de Sinaloa de Joaquín “Chapo” Guzmán a introducir más de 53 toneladas de cocaína en Estados Unidos.
EAM