La mujer fue declarada muerta en el hospital por una enfermera con licencia y falleció dos días después en el crematorio de una funeraria.
El hospital Glen Oaks, ubicado en Iowa, Estados Unidos, enfrenta una multa de 10 mil dólares por determinar la muerte de una mujer de 66 años y mandarla al crematorio cuando aún estaba viva.
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Según medios locales, la enfermera determinó que la mujer carecía de signos vitales por lo que fue llevada a una funeraria para su velatorio y posteriormente su cremación.
La enfermera y el director de la funeraria argumentaron que la mujer no presentaba respiración alguna o movimiento en los ojos, de igual manera la mujer no se movió durante el velatorio.
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Posteriormente la mujer fue puesta en una bolsa especial para cadáveres para ser incinerada, trabajadores de la funeraria abrieron la bolsa y se percataron que la presunta fallecida aún se movía.
Se reporta que servicios de emergencia del 911 llegaron para corroborar el pulso de la mujer y detectar movimiento en sus ojos. La mujer falleció poco después de que paramédicos llegarán.
HM