Durante más de dos décadas, la Unión Europea y el Mercosur negociaron un acuerdo comercial que alcanzaron en 2019, cuando los 31 países anunciaron que estaba listo, pero nunca llegaron a firmar.
Ahora buscan que se concrete para crear una asociación relevante en medio de la disputa global entre Estados Unidos y China, señalaron expertos y diplomáticos.
“Es urgente y sumamente necesario que el Mercosur haga un acuerdo con la UE”, comentó el presidente Luiz Inácio Lula da Silva de visita en Uruguay a fines de enero.
“Vamos a intensificar nuestras discusiones con la UE y firmar ese acuerdo para que podamos discutir enseguida un acuerdo entre China y el Mercosur“, añadió el mandatario brasileño, cuando Montevideo ya negocia un TLC con Pekín.
En una visita a Argentina hace una semana, el canciller alemán, Olaf Scholz, se expresó en igual sentido: “Nuestro objetivo es llegar a una rápida conclusión” de las negociaciones.
NEGOCIACIÓN
Desde el campo europeo, la salida de Jair Bolsonaro del poder en Brasil y la llegada de Lula despejan dudas y eliminan argumentos en contra del acuerdo.
“Hay un mayor nivel de interlocución y sobre todo hay un presidente que ha asumido como propia una de las dudas que tenía Europa respecto a la actitud del gobierno brasileño para enfrentar los retos del cambio climático y de la lucha contra la deforestación en la Amazonia”, explicó el eurodiputado Jordi Cañas, presidente del Comité del Parlamento Europeo para las Relaciones con el Mercosur, clave para la aprobación de un tratado entre los dos bloques.
Pero más allá de la voluntad, existen cuestiones prácticas. El 20% de las exportaciones argentinas a la UE consisten en biodiesel de soja, con la nueva normativa europea, quedan “virtualmente” excluidas del comercio bilateral.
Brasil también quiere revisar el texto. El gobierno Lula quiere preservar la posibilidad de que “las compras gubernamentales sean direccionadas a empresas brasileñas”, explicó Feliciano de Sá Guimaraes, director académico del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (CEBRI).
CIERRE
Fuentes políticas coinciden en que el demorado tratado no está garantizado y señalan que una forma de acelerar el paso podría ser acordar una división temática que reúna en un conjunto los aspectos del pacto que pueden ser aprobados directamente por las instituciones europeas, sin pasar por la ratificación en cada uno de los 27 parlamentos.
En el Mercosur existen además tiempos políticos particulares que explican la premura de Brasilia y Buenos Aires por avanzar en este semestre.
OBJETIVOS
El acuerdo que se está negociando comprende tres áreas: un diálogo político, temas económicos, comerciales y cooperación.
El alcance y los objetivos del acuerdo se definieron en la primera ronda de negociaciones en abril de 2000 y en la Cumbre de Madrid de mayo de 2002.
El 20% de las exportaciones argentinas a la UE consisten en biodiesel de soja, y con la nueva normativa europea quedan “virtualmente” excluidas del comercio bilateral.
Los 27 países de la Unión Europea y los cuatro socios del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) anunciaron el acuerdo en 2019.
CON INFORMACIÓN DE AFP.
LEG