La pelota destinada para practicar el futbol americano tiene forma de ovoide. A nivel profesional la NFL establece medidas específicas para la utilización de dichos elementos. Debe medir 11 pulgadas (27.94cm) de punta a punta. Su circunferencia mayor debe ser de 28 a 28.5 pulgadas (71.12cm) y la menor de 21 pulgadas (53.34cm).
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El peso obligado para cada uno de los balones tiene que ser de entre 14 o 15 onzas, que representan entre 396 y 425 gramos y debe ser inflado a presión de 12.5 a 13.5 libras por pulgada cuadrada.
Su estructura está basada en cuatro piezas de piel, que son pesadas e inspeccionadas antes de ser cosidas. Las dos partes superiores cuentan con una costura especial con agujetas de piel blancas. La marca responsable de la construcción de los ovoides oficiales en la National Football League es Wilson y cada balón debe contar con la firma del comisionado de la liga, Roger Goodell.
Los equipos locales son los responsables de proveer 12 balones principales para cada encuentro, además de 12 considerados de reserva. Seis de éstos deben ser nuevos y empaquetados para ser abiertos y marcados por los árbitros para que sean usados en las patadas. Los jueces del encuentro son los encargados de revisar cada uno de los balones dos horas y media antes de cada juego, para asegurar que cumplan con todos los criterios marcados.
Wilson Sporting Goods proporciona al menos 29 mil 960 balones oficiales cada temporada, para designar 780 a cada equipo. Un representante de la liga verifica todo el proceso de revisión en conjunto con los referees designados al encuentro. Cada balón aprobado y marcado por el árbitro principal pasa a ser custodiado por el coordinador del balón, quien tendrá el poder y responsabilidad sobre los ovoides hasta 10 minutos antes del encuentro.
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