Actualmente, las empresas realizan ejercicios de planeación estratégica, y gracias a la tecnología logran potencializar sus procesos y así orientarlos hacia los resultados buscados. Es por ello que la tecnología se ha convertido en un elemento fundamental en el ámbito personal y empresarial.
Las organizaciones deben moverse rápido y de manera eficiente con todos sus recursos, y la tecnología ha llegado para resolver los problemas y eliminar las barreras de las empresas a través de sistemas innovadores que son adaptables a las necesidades de cada una.
La firma de consultoría especializada en planeación, ejecución y gestión de la estrategia Advanced Management Consulting Group (AMCG), durante el webinar “Innovación Tecnológica para la Gestión de la Estrategia” señaló que con la metodología, la ‘Excelencia de la Ejecución’ (Execution Premium) resumida en tres fases.
1) Planeación
Formulación de la estrategia, etapa en las que las organizaciones establecen un norte estratégico que inicia con una visión y entendimiento de hacia dónde quiere ir la organización, un análisis de sus características, visiones, situación interna y externa, análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas), en general un entendimiento que le permita marcar un derrotero estratégico a la organización.
Mapa de ruta o mapa estratégico, que debe contener todos sus indicadores, métricas, iniciativas para que se convierta en un modelo ejecutable para llevar a cabo la definición estratégica que se plantea durante la formulación.
2) Ejecución
En esta etapa se busca alinear a la organización una vez que se ha definido una ruta central estratégica, corresponde que las distintas unidades de negocio, así como sus estructuras, sigan el mapa estratégico definido.
Planear las operaciones para que los distintos procesos claves de organización estén identificados con esa definición estratégica de pasos clave de operación, procesos de planeación financiera y definiciones presupuestales que estén alineados con esa formulación estratégica.
3) Gestión
Monitoreo y evaluación donde se haga un análisis revisión de los que se está haciendo para que se entienda cuál ha sido el cumplimiento de la definición estratégica para que se tomen las decisiones que se requieran y se consigan los objetivos.
Actualizar e Integrar, en esta etapa se busca retroalimentar el desarrollo estratégico a partir de lo que vaya sucediendo en los negocios y en el entorno en que se desarrollan estos.
Como señalan en AMCG, la tecnología facilita la gestión de la estrategia a partir de la sistematización y automatización de metodologías, iniciativas, metas e indicadores a los diferentes niveles de las organizaciones. El contar con información fidedigna y confiable en tiempo real permite monitorear la estrategia y tomar decisiones oportunas para el logro de los objetivos.
De acuerdo con Francisco Rodríguez, Socio Director de AMCG, una vez que se tiene definido el rumbo estratégico, la empresa deberá estructurar un proceso operativo en todos los niveles de la organización mediante un constante monitoreo que ayude a obtener los resultados con un valor agregado.
Es por ello que para manejar toda esta información se requieren herramientas tecnológicas que hagan más eficientes los procesos y reportes.
A su vez, Kent Smack, Managing Director de ESM Software, indicó que la plataforma ESM Software vincula la estrategia con las operaciones y proporciona el contexto para gestionarla a todos los niveles de una organización. Asimismo, maneja diferentes metodologías teniendo como eje central el Balanced Scorecard (ESM+Strategy).
Esto en conjunto con otras herramientas como la evaluación del desempeño de los empleados (ESM+Performance); la velocidad y eficacia con que ejecutamos los proyectos (ESM+OKR); y, la visibilidad oportuna de los factores externos como son los riesgos estratégicos y operativos (ESM+Cyber).
Señaló que la herramienta promueve la alineación, la responsabilidad, la agilidad, la innovación y la ejecución, lo que permite a los ejecutivos asignar con confianza los recursos necesarios para lograr los objetivos estratégicos y corregir el rumbo cuando sea necesario.