Inversionistas cataríes están buscando establecer contacto con los propietarios del Manchester United, la familia estadounidense Glazer, con vistas a hacer una oferta para la compra total o parcial del club, afirmaron algunos medios de comunicación ingleses ayer.
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De momento, el único comprador que se ha mostrado interesado en el club, puesto a la venta a finales de noviembre, es el grupo petroquímico Ineos, propiedad del multimillonario Jim Ratcliffe.
Aunque no exista un calendario formal, parece que se espera que las ofertas iniciales lleguen a mediados de febrero.
El Daily Mail fue el primero en publicar el martes que un “grupo de inversores cataríes” iban a hacer una oferta “en los próximos días” que haría “estallar la competencia”, pero el periódico sensacionalista no daba ningún detalle sobre la identidad de estos inversores ni el importe de la oferta, salvo que sería una adquisición total del club.
Según la prensa, los Glazer, que llevan al mando de los Red Devils desde 2005, esperan una oferta cercana o superior a los 6.000 millones de euros (unos 6.400 millones de dólares), lo cual sería un récord para un equipo de fútbol.
Por su parte, el diario The Guardian mencionó el interés del Emir de catar, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, tras organizar el Mundial de 2022.
Pero ya es propietario del París SG, a través del fondo Qatar Sport Investment (QSI), una filial del fondo soberano nacional QIA, y una toma de control directo del Manchester United chocaría con los reglamentos actuales de la UEFA, especialmente para la participación de los dos clubes en las competiciones europeas.
El jueves, fue la agencia de prensa británica PA la que aseguró que QSI tan solo buscaría una participación minoritaria, ya fuera en el Manchester United o en otro club de Premier League, y que una toma de control estaba “descartada”.
El Tottenham también se mencionaba hace unos días como posible objetivo.
El campeonato inglés de fútbol, el más rico con diferencia del mundo, es un centro de atención desde hace tiempo para los países del Golfo, con el Manchester City comprado por los emiratíes en 2008 y el Newcastle por los saudíes hace menos de dos años.
La compra del Newcastle originó una campaña de las oenegés de protección de los derechos humanos, como Amnistía Internacional, para denunciar un intento de “blanqueo a través del deporte”.
LEG