Como consecuencia de buscar detener la reforma energética en el sexenio de Enrique Peña Nieto, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que sufrió un infarto en diciembre de 2013.
En conferencia de prensa desde Palacio Nacional el titular del ejecutivo indicó que los 110 contratos que se entregaron en esta reforma eran violatorios de la Constitución en su espiritual y letra.
“Se entregaron 110 contratos, imagínense el engaño, la mentira de que con la llamada reforma energética y no han ofrecido disculpas sobre todo los promotores, articulistas, expertos, medios de comunicación. Bueno hasta me dio un infarto pues por eso”, declaró.
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Desde el Salón Tesorería el primer mandatario narró que su movimiento estaban parando esa reforma y llamaban a la movilización con la que llenaron el Zócalo tres veces en contra de esa reforma de la privatización del petróleo, de la entrega de bloques del territorio a empresas particulares para llevarse el petróleo mediante un mecanismo de utilidad compartida.
“contratos que eran violatorios de la Constitución en su espíritu y letra original”, dijo.