tabaquismo
Foto: Cuartoscuro / archivo / La Anpec ha advertido que el decreto prohibicionista pone en jaque a los dos millones de autoempleos del pequeño comercio en México  

Más de 500 pequeños comercios han interpuesto demandas contra el reglamento que prohíbe la exhibición de cigarros en puntos de venta, según dio a conocer la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).

“El 20 de febrero de 2023 pasará a ser una fecha histórica en la que por primera vez los pequeños comerciantes de México decidieron dar un paso al buscar ejercer su derecho de amparo contra un reglamento que busca ponerse por encima de la ley, al decretar una prohibición comercial sin sentido que exige la no exhibición de mercancías legales bajo el argumento de que exhibirlos es un acto de publicidad”, expone la Anpec en un comunicado.

El pasado 15 de enero entraron en vigor las modificaciones al reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco que, entre otras restricciones, impide la exhibición directa e indirecta de los productos de tabaco, como lo son los cigarrillos.

La Anpec ha advertido que el decreto prohibicionista pone en jaque a los dos millones de autoempleos del pequeño comercio en México.

Asimismo, indica que la prohibición afecta la operación comercial de un millón 200 mil puntos de venta que encuentran en la comercialización de cajetillas de cigarros, un gancho para la adquisición otros productos que pueden acumular y promover ventas mensuales de hasta un 25% del ticket de compra cada que los clientes acuden a los establecimientos.

“Toda esta batalla jurídica que sostendremos, tal vez a lo largo de un año, nos comprometemos a darla a cabalidad, atendiendo el debido proceso de las demandas hoy presentadas buscando en todo momento obtener la suspensión provisional y definitiva, así como el amparo definitivo contra este reglamento anticonstitucional e ilegal que nació con letra muerta”, externó el presidente de la Anpec, Cuauhtémoc Rivera.

Cumplimiento del reglamento a medias

Por: Jessica Martínez

A más de un mes de la entrada en vigor del reglamento que prohíbe la exhibición de cigarrillos, su cumplimiento se da a medias en las calles de la Ciudad de México.

En un recorrido por las inmediaciones del Centro Histórico de la capital del país, en puestos de dulces y de periódicos se puede apreciar a comerciantes quienes siguen exhibiendo el producto ante la mirada de los clientes, otros que han adaptado sus espacios ocultarlos de manera ocasional, y algunos más que han acatado la normativa.

Pese a la diversidad de situaciones, todos coinciden que ninguna autoridad les advirtió que ya no podrían colocar a la vista de todos los cigarros. Señalan que su medio para conocer de la normativa fueron las noticias en televisión o bien, entre las voces de conocidos.

Armando, quien tiene un pequeño puesto de dulces señala que de inmediato cumplió con ocultar los productos. Él ha colocado un letrero con la palabra “Cigarros” y una lista improvisada de su variedad disponible.

El hombre comparte que, aunque la gente sigue pidiendo los cigarros, ha notado una baja en la venta del producto en aproximadamente el 30%. Sin embargo, acota que en la actualidad esa disminución no ha impactado en gran medida sus ganancias.

“Se me hace una incoherencia cuando aquí atrás fuman su marihuana y nadie dice nada y es molesto porque el aire se viene para acá”, externa.

Camila, quien también vende dulces, refrescos y cigarros en la zona, ha adaptado su espacio de trabajo para ocultar, en caso de ser necesario, su mercancía, pero hasta el momento, no se ha dado la ocasión ya que nadie les ha avisado.

Ella narra que las autoridades han pasado para pedir que no invadan el paso de los transeúntes, pero del cigarro, nada.

La joven considera que la prohibición ha inhibido el consumo, pues desde hace un mes sus ventas han bajado alrededor del 30%, lo que complica su situación como comerciante.

“Está un poquito difícil (la prohibición) porque si no se ve, no se vende. De por sí, la crisis (económica) está tremenda, pues está más complicado”, expresa.

Otros comerciantes, quienes siguen exhibiendo la mercancía derivada del tabaco, prefieren no hablar.

LEG