El exconsejero del Instituto Nacional Electoral (INE), Javier Santiago Castillo, señaló que la marcha del próximo domingo, convocada para “defender a ese organismo”, debe considerarse como normal en un régimen democrático en el que hay disidencia.
En caso de que salgan a las calles miles de ciudadanos en diferentes ciudades del país, dijo que esto no se puede tomar como una medida de presión para la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pues los ministros decidirán el futuro del llamado Plan B de la reforma electoral, con base en la Constitución y sin influencias políticas externas.
“No creo que signifique una presión, la Corte tiene sus propios ritmos, aunque yo sí opinaría que debería acelerar la resolución para darle estabilidad política y gobernabilidad al país.
Indicó que otro de los escenarios es que parte del Plan B tenga validez constitucional, por lo que el Instituto Nacional Electoral deberá ir preparando el terreno para hacer los cambios marcados en el Plan B.
Señaló que la vigencia de las reformas a las leyes electorales sí generan incertidumbre, porque “estando tan cerca del inicio del proceso, en la organización electoral no es tan lejano (…) el problema de la Corte es que a veces se tarda mucho en resolver; no sabemos con cuáles de las dos leyes se va a organizar el proceso, eso sí es delicado”.
En los próximos meses, dijo, tanto el INE como los actores políticos podrían entrar en tensión política y técnica, debido a que existirían dos modelos de organización electoral, pero el último, avalado por el Gobierno de la Cuarta Transformación, estaría impugnado en la SCJN.
El también expresidente del órgano electoral de la Ciudad de México dijo que la Suprema Corte por iniciativa propia debería agilizar la resolución de las impugnaciones sobre el Plan B, para darle certeza a la sucesión presidencial.
Finalmente, señaló que las posturas de corte opositor al Gobierno por parte de los consejeros Ciro Murayama y Lorenzo Córdova han exacerbado la polarización.
“Su error fue tomar una posición antigubernamental, porque es un papel que no le corresponde a la autoridad electoral, porque es uno de los árbitros, el responsable de organizar las elecciones e involucrarse en esas posturas, no ayudó a atemperar el conflicto”.
Ciudadanos, dispuestos desde el coraje
Por: Marco Fragoso
En la Ciudad de México, ciudadanos de diferentes colonias y estratos sociales acudirán a la marcha del domingo en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), al considerar que se afecta a la democracia o que el Gobierno de la Cuarta Transformación les ha fallado.
Desde Lomas de Chapultepec, Mara de la Torre acudirá junto con sus hijos, pues aseguró que la democracia que se construyó con tanto esfuerzo a través de los años se encuentra en riesgo por los “caprichos de un hombre”.
“Ya bastantes años gobernó el PRI corrupto como para que Morena busque quedarse en el poder, modificando las leyes electorales a su antojo, y como ciudadana pondré mi granito de arena para que esto no suceda”, destacó.
Por su parte, desde la Agrícola Pantitlán, en Iztacalco, Alejandro asegura que se encuentra decepcionado del Presidente y ha dejado de creer en sus planes y promesas.
“Todo lo hace con el hígado, todo son ocurrencias. Por ejemplo, nos quitó el Seguro Popular para según hacer el Insabi, pero luego su instituto ese no funcionó nunca. Y así todo lo que hace, y ahora quiere golpear al INE para controlar las elecciones, por eso voy a ir al Zócalo”, dijo.
Por su parte, académicos, escritores y activistas convocaron a los mexicanos a manifestarse el próximo domingo 26 de febrero. Como José Woldenberg, el primer presidente del antes Instituto Federal Electoral (IFE).
Mientras que Max Kaiser, especialista en temas de integridad y combate a la corrupción, informó que su asistencia al Zócalo el próximo domingo será para exigirle al presidente Andrés Manuel López Obrador que “saque las manos del sistema electoral”.
LEG