Israel y Palestina intercambiaron disparos de cohetes y misiles en la Franja de Gaza, un día después de la operación israelí más mortífera en Cisjordania desde 2005.
Once palestinos, entre ellos un adolescente de 16 años, fallecieron y más de 80 resultaron heridos por balas durante la incursión israelí en Naplusa el pasado miércoles, según el ministerio de Salud palestino.
La operación recibió respuesta desde la Franja de Gaza con disparos de cohetes hacia Israel, que a su vez respondió con bombardeos aéreos contra este territorio bajo control del movimiento islamista Hamás desde 2007.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, alabó la actuación de las fuerzas israelíes y prometió “golpear duramente al terrorismo” tras la operación en Naplusa.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió que la situación es “la más explosiva en años” en este territorio ocupado por Israel desde 1967.
El jueves por la tarde, manifestantes palestinos quemaron neumáticos cerca del paso fronterizo con Israel. “Los próximos días serán calientes, no nos vamos a quedar de brazos cruzados”, dijo uno de ellos.
Además, el Ministerio informó que 82 personas resultaron heridas de bala y, según la Media Luna Roja Palestina, 250 personas fueron tratadas por inhalación de gases lacrimógenos.
“Lo que pasó ayer fue una verdadera masacre como nunca había visto”, dijo Allam Ennab. “Era una zona de guerra. Los pasillos y las escaleras estaban cubiertas de sangre y la gente se apretujaba para comprobar cómo estaban sus familiares”, explicó el hermano de Anan, de 66 años de edad, que murió en la noche por inhalación de gases.
CON INFORMACIÓN DE AFP
LEG