Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. Gran Bretaña siempre fue un referente, no sólo para Europa sino para todo el planeta. La historia de la Democracia no puede escribirse sin el Reino Unido. Precisamente por eso, por el respeto a ella, hoy están sufriendo las consecuencias. La salida de la Unión Europea fue un error de cálculo. Muchos de los que votaron por esa salida pensaron que la magnificencia de Gran Bretaña sería mayor que la unión de los países de Europa. Imaginaron que podrían desdeñar al selecto club y podrían caminar solos. Estaban equivocados.
Esta idea trasnochada del proteccionismo tuvo sus días de gloria en los años cincuenta y sesenta cuando cada país se movía como si fuera un bloque. Lo que nadie imaginó es que, al final cuajaría la idea de que todos somos uno, de que no se puede luchar en soledad porque todos nos necesitamos. Unidos somos más fuertes.
La actual Gran Bretaña tiene una economía que ha caído en varias posiciones. Su inflación está cerca del quince por ciento, muy por encima del resto de las economías europeas. Los aranceles se han vuelto a disparar – cuando pertenecía a la Unión Europea eran prácticamente insignificantes – y sigue habiendo desabasto de muchos productos.
Con respecto al desempleo ocurre algo parecido. Sigue creciendo mientras muchos jóvenes que votaron por la salida de la Unión Europea ahora se tiran de los pelos porque no encuentran trabajo.
Por todo ello una parte importante de los británicos piensa seriamente en volver a la Unión Europea. Si lo hicieran tendrían que partir de cero. Habría que volver a solicitar formalmente su ingreso, lo que tardaría años por muy rápido que lo hicieran.
¿Pueden volver? Claro que pueden volver, pero hace falta tiempo, paciencia y dinero. Los desembolsos para volver a ingresar en la Unión Europa serán elevados, lo mismo que ocurrió cuando se marcharon.
Siempre se puede si hay voluntad. Seguramente la propia Unión Europea quisiera hacerlo. Esperemos que solamente sea una cuestión de tiempo.
@pelaez_alberto