Hoy deberán retirar el aguacate de la despensa presidencial pues, pese al sistemático intento de descalificar la concentración ciudadana en contra de la mal llamada reforma electoral, ésta fue un éxito.

No fue en defensa de García Luna, como se encargaron de promover los ejércitos de bots morenistas y algunos de sus voceros, ni a favor de los “privilegios’’ de los consejeros electorales.

La campaña que trató de relacionar la concentración con la declaratoria de culpabilidad de García Luna no tuvo impacto en el ánimo de la población convencida de que el llamado Plan B electoral del Gobierno de la 4T es una regresión de medio siglo para nuestra democracia.

Tampoco impactó en la percepción ciudadana el documento presuntamente fake sobre la cantidad que recibirá el consejero presidente Lorenzo Córdova cuando deje el cargo, en abril, a pesar de la difusión que se le dio en redes.

Quienes acudieron ayer al llamado de las organizaciones civiles no fueron narcos, como despectivamente se les llamó en las redes de los morenistas, ni clamaron “en defensa de sus privilegios’’.

Tal fue el impacto de la concentración que los bots cuatroteístas la convirtieron en tendencia con cuatro #hashtags tratando de descalificarla.

Pero, a diferencia de otras ocasiones en las que quienes opinan distinto aguantan la andanada de insultos, ayer a cada descalificación correspondían tres o más respuestas en el mismo tono.

Lo anterior ni siquiera es para celebrar, pero constituye un elemento indiscutible para proyectar el grado de polarización social al que nos ha llevado este Gobierno.

Hoy, desde luego, desde el púlpito presidencial se dictará la línea para tratar de minimizar el impacto de las concentraciones que se realizaron en el país -la más grande en el Zócalo de la capital, desde luego-.

El tema le dará al Gobierno para una semana de descalificaciones, quizá, pero las imágenes de decenas de miles de ciudadanos defendiendo al árbitro electoral quedarán para la historia.

El balón quedó en la cancha de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuyos integrantes, salvo uno, deberán estar más presionados que cualquier entrenador de la selección de futbol mexicana.

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Un grupo de vecinos del complejo habitacional City Towers Green & Black, nos hizo llegar un documento en el que se desligan totalmente de Rodrigo Muñoz Dromundo, quien se hace pasar por vocero de los condóminos.

De acuerdo con la queja, Muñoz Dromundo ha ventilado en medios algunos asuntos particulares para beneficio propio “a costa de nuestra integridad, seguridad, honor y patrimonio a base de engaños y mentiras’’.

Este complejo, al que la Fiscalía local acusa de haber rebasado el permiso original de construcción a través de dádivas a funcionarios de la alcaldía Benito Juárez, figura en la trama del supuesto cártel inmobiliario.

Pero los vecinos aseguran que, contrario a lo que dicen las autoridades, no existen problemas estructurales ni de servicios y que si hubo un caso de intoxicación por monóxido de carbono en un departamento, se debió a la mala instalación de una secadora de ropa.

El escándalo ha provocado que quienes pretenden vender tengan que hacer rebajas en los precios de los departamentos y quienes pretenden rentar también.

A ver en qué para el tema.

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En redes sociales circula una carta de alumnos y docentes de la Universidad Anáhuac criticando la posición de su Facultad de Derecho por haber deslindado en fast track del segundo caso de presunto plagio de la ministra Yasmín Esquivel Mossa.

La Facultad dijo que después de tres años de la emisión de grado ya nada se puede hacer.

Tan tán.

LEG