Más que un potencial turístico el agujero azul, Taam Ja’, descubierto en septiembre pasado en la Bahía de Chetumal, es una ventana para conocer los mecanismos con los que se formó la Península de Yucatán y que abre las puertas a más investigaciones en diferentes disciplinas, de acuerdo a Investigadores de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), al ampliar la información de este gran descubrimiento.
El doctor Juan Carlos Alcérreca Huerta mencionó que en un principio se exploraba el hueco azul como una investigación rutinaria; sin embargo, al tratar de medir la profundidad por medios tradicionales como plomada o cinta métrica, fue que llamó la atención al no tocar fondo, es así como, a través del ecosondeo, se descubrió su profundidad de 274.4 metros, lo que lo convierte en el segundo mayor del mundo.
Agregó que la boca del sumidero tiene una apertura de 152 metros en su parte más ancha y de 124 en la más angosta, además tiene un volumen de un millón de metros cúbicos de agua, con una pendiente de 80 grados que lo vuelve de una forma cónica.
Reconoció que fueron los pescadores quienes lo descubrieron y llevaron al equipo de investigación a dar él, desde entonces se iniciaron los estudios para conocer las características químicas y biológicas que componen esta formación, que representa una ventana al pasado, ya que se tiene la hipótesis que surgió gracias a la última glaciación, cuando el mar se retiró y dejó la superficie descubierta, pero luego regresó ocasionando una erosión del suelo por lo que el agua acumulada, al no haber corrientes detectables, pudiera ser de 11 mil años de antigüedad.
CITA
Más allá de modificar el decreto de la reserva Santuario de Manatí, se debe reforzar el cuidado del ecosistema de la bahía de Chetumal, más con la presencia de los blue hole”
Laura Carrillo Bibriezca
Investigadora de Conacyt
LEG