Las imágenes de la manifestación del domingo pasado en el Zócalo hablan por sí mismas, no se necesitan más argumentos de cuántos mexicanos estuvimos presentes. Tampoco es discutible a quién fuimos a apoyar -al INE- y a quién estaba dirigido nuestro mensaje: a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Lo que resulta incomprensible son las respuestas del Gobierno y sus reacciones: ¿Era necesaria una valla metálica de acero de casi tres metros de altura para blindar Palacio Nacional? ¿Pensaron en el régimen que intentaríamos tomar por asalto “el palacio” del Presidente? ¿Cuál es el temor en la 4T para tal desproporción?

El retiro de la bandera de México en el Zócalo durante la manifestación del domingo raya en lo absurdo. Es imposible no recordar al dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, quien pretende quitar por decreto la nacionalidad a sus opositores. ¿Pensaron el Presidente y Claudia Sheinbaum que, retirando uno de los símbolos de nuestra nacionalidad, seríamos menos mexicanos que ellos? Grave error.

El despliegue de la enorme manta con la imagen de García Luna asociado al PAN y los cárteles con la misma imagen pegados por todo el centro histórico es una negación absoluta de la realidad. El domingo nadie tenía en mente otra cosa que la defensa de la Constitución, la democracia y el INE. Nada más.

Según Mario Delgado -presidente de Morena- “la concentración del domingo en favor de la democracia fue una farsa de los conservadores para regresar a un pasado corrupto”. Don Mario, ¿está usted hablando en serio? ¿Todos los manifestantes somos farsantes y corruptos? ¿Tanto éxito tuvo la manifestación para una declaración tan torpe?

Para el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, los manifestantes en todo el país somos una “bola de trasnochados”. Secretario, los testimonios gráficos mostraron una realidad muy diferente; personas activas, con ánimo de caminar hasta el Zócalo, participativas y muy entusiastas. ¿Qué manifestación vieron desde Bucareli?

AMLO, la 4T y sus principales actores, buscan imponer una nueva narrativa: la del narcoestado que, según ellos, representaron los gobiernos panistas conservadores de Fox y Calderón. En el Gobierno, todos repiten sin cesar la misma cantaleta que, desde La mañanera, ordena el Presidente: todos los mexicanos que se manifestaron el domingo son conservadores, enemigos de su Gobierno y defensores de García Luna.

Los problemas reales para la 4T están en otro lado; la CDMX se le niega de nuevo a la que, hasta hace poco, era la favorita de AMLO para 2024: Claudia Sheinbaum. La jefa de Gobierno no consigue resultados positivos en el principal bastión electoral de Morena. En la 4T lo saben y eso tiene muy nervioso al inquilino de Palacio. Y tan aficionado al béisbol como es, AMLO ha decidido sacar a sus bateadores emergentes. Hasta Ricardo Monreal puede ser ahora relevista. ¡Cómo estarán las cosas!

¿Habrán entendido los partidos de oposición y sus líderes -sin liderazgo- el mensaje que el domingo les presentó una sociedad que está muy, pero muy por encima de ellos?

Si en el PAN, MC, PRI y PRD creen que sus partidos y líderes obtuvieron alguna victoria, están totalmente equivocados. ¡No han logrado aún nada! Los ciudadanos ganamos el domingo sin ellos, de hecho, ganamos a pesar de ellos y del Gobierno. La sociedad civil está de regreso e iremos al Zócalo cuántas veces sea necesario.

El domingo nos faltó la bandera nacional. ¡Pero tuvimos miles de abanderados en la defensa de la Constitución, de nuestras libertades y de la democracia!

@Pancho_Graue

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