NORCOREA
Foto: AFP / Archivo / Oh Hye Son habla en una entrevista en Seúl, en la presentación de sus memorias después de desertar de Corea del Norte  

Nacida en una familia de la élite de Corea del Norte, Oh Hye Son creció convencida de que era “especial”.

Pero después de probar la libertad en el exterior, decidió desertar.

La mayoría de las decenas de miles de norcoreanos que huyen de la represión y la pobreza emprenden un arduo viaje de alto riesgo por la frontera terrestre con China, donde se exponen a ser detenidos y deportados.

La salida de la familia de Oh no fue tan peligrosa, pero sí igual de desgarradora: convenció a su esposo, Thae Yong Ho, entonces embajador adjunto de Pionyang en Londres, de renunciar a sus privilegios por el bien de sus hijos.

“Yo no quería regresar nunca a Corea del Norte y me pregunté por qué los norcoreanos tienen que vivir una vida tan difícil”, declaró en una entrevista en Seúl, donde vive actualmente.

Al ocupar durante varios años cargos en Dinamarca, Suecia y el Reino Unido, la familia pudo conocer otra vida. Oh, quien recientemente publicó sus memorias, formaba parte de la aristocracia de su país, descendiente de un distinguido general norcoreano que combatió junto al líder Kim Il Sung contra los japoneses en los años 1930. Pese a esto, dice que “vivía con miedo al poder”.

“Nadie, con excepción de la familia Kim, tiene privilegios, y cuando mis hijos aprendieron sobre la libertad y la democracia en el exterior, me di cuenta de que no hay futuro para ellos en Corea del Norte”, agregó.

SALUD

El hijo mayor de Oh, Thae Juhyok, tenía graves problemas de salud, incluyendo el síndrome nefrótico, una enfermedad renal que puede causar la muerte si no se trata. Pero su tratamiento resulta casi imposible en el precario sistema de salud norcoreano, uno de los peores del mundo.

Todo cambió cuando la familia llegó a Londres en 2004 y pudieron ser atendidos por el Servicio Nacional de Salud (NHS) británico. Su hijo fue atendido gratuitamente en una de las mejores clínicas de la ciudad y los niños se adaptaron a las escuelas británicas.

FUGA

La oportunidad llegó cuando su esposo fue nombrado embajador adjunto en Londres. Ella esperaba que el régimen norcoreano colapsara después de la muerte de Kim Jong Il, padre del actual líder Kim Jong Un, en 2011, una expectativa que quedó frustrada cuando emergió la tercera generación gobernante de la familia Kim. “En Corea del Norte existes, de la noche a la mañana, por el bien de la familia Kim”, aseguró Oh.

Frase:

“Yo no quería regresar nunca a Corea del Norte y me pregunté por qué los norcoreanos tienen que vivir una vida tan difícil”

“Tenían valores completamente diferentes. Fue entonces cuando empecé a pensar que si tenía la oportunidad de salir de nuevo, no regresaría”
Oh Hye Son

 

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