El actor, originario de Dublín y nominado al Oscar, tiene mucho por ofrecer.
Estamos muy cerca de los premios Oscar. El 12 de marzo será la contienda para determinar cuál es la mejor película del 2022.
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Una de las competencias más comentadas ha sido la de Mejor Actor, por su selección de nominados: Austin Butler por Elvis, Brendan Fraser por The Whale, Colin Farrell por Banshees of Inisherin, Bill Nighty por Living y Paul Mescal por Aftersun.
Este último particularmente capta la atención. El actor de 27 años, en su primera nominación, ha adquirido una fama sin precedentes en los últimos años.
Su salto al estrellato comenzó con la miniserie de Normal People, en 2020, que co-protagonizó con Daisy Edgar Jones. El programa, basado en la novela de la autora Sally Rooney, con más de 3 millones de copias vendidas, habla sobre una pareja de adolescentes que se conocen en la universidad, cuyo amor se desenvuelve a través de los años. La increíble interpretación de los personajes llevó a ambos actores hacia horizontes completamente nuevos. Edgar Jones protagonizó otra adaptación literaria (Where the Crawdads Sing) y actuará como la legendaria Carole King en la adaptación fílmica de Beautiful. Mescal, por otro lado, también siguió cosechando logros.
Aftersun es la historia de padre e hija, cuya relación es compleja y conmovedora, en donde Mescal hace del padre de la pequeña. Su sutil actuación conquistó el corazón de la audiencia, así como el gremio de críticos, con 43 nominaciones por el papel de Calum en esta temporada.
Actualmente está en la puesta en escena de Un Tranvía Llamado Deseo, una nueva adaptación del clásico de Tennessee Williams. Aquí el actor hace un contraste total a su dulce personalidad, dando vida a Stanley Kowalski, un hombre alcohólico con tendencias violentas.
Los boletos de la obra en su temporada en el Phoenix Theatre de Londres, después de una grandilocuente presentación en el Almeida Theatre —situada también en la capital inglesa— se agotaron un día después de estar a la venta. Incluso Nicole Kidman participó en la ovación de pie tras una de sus exhibiciones.
Es irónico pensar que un hombre totalmente ajeno a la cultura de la fama haya estado en proyectos con tantos reflectores. Tal aversión explica que Paul no tenga redes sociales. Sin embargo, el conflicto que siente por ser una estrella y amar la actuación continuará, porque será el protagonista de la secuela de Gladiador, una de las cintas más populares de todos los tiempos.
Quizá aquella actitud honesta y con los pies en la tierra es la fórmula con la que el irlandés nos ha cautivado. Si sigue los pasos de Timothée Chalamet, otro joven cuya nominación al Oscar por una película independiente le dio reconocimiento mundial, tal hechizo se conservará por muchos años más.
LEG