Guadalupe Morán se siente orgullosa y feliz con su trabajo como aseadora de calzado. El camino no fue fácil para abrirse paso, vencer al “machismo” y ser reconocida en un oficio considerado como exclusivo para los hombres en que sufrió, al principio, el problema de la discriminación.
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Sin embargo, hoy ha podido ir más allá de los roles de género “machistas” que se encontraban arraigados fuertemente en la sociedad, pues desde hace ocho años tiene un lugar establecido y se gana la vida dando limpiando, dando grasa, pintura y brillo a los zapatos de sus clientes, por lo que logra obtener en un día más de 200 pesos.
“Ahora me gusta mi trabajo, me gusta mucho haber vencido ese reto de que esto era nomás trabajo para hombres cuando no es así, ya habemos muchas mujeres con este tipo de trabajo”, explicó con orgullo en entrevista para 24 HORAS la señora Guadalupe.
La señora Morán refirió que el camino no fue fácil, principalmente en sus inicios, donde le costó mucho el poder mostrar su trabajo y que la gente creyera en ella, pues por el hecho de ser mujer en esta labor varias veces fue menospreciada y la llegaron a hacer a un lado, “las situaciones de machismo desafortunadamente no faltaron”.
“El machismo de los hombres es lo más difícil que yo he tenido aquí (…) porque los hombres no confían en el trabajo de uno, nos hacen como a un lado porque nos ven que somos mujeres” explicó. Pese a esto, nunca se ha dado por vencida y por el contrario a sus compañeras de oficio les dice “que le echemos ganas porque nosotras las mujeres sí podemos, no hay que dejarnos vencer”.
Sin embargo, aunque existen este tipo de actitudes por parte de muchos hombres, Guadalupe agradece a sus clientes y reconoce el apoyo de sus compañeros de profesión, quienes la apoyaron en sus inicios y le enseñaron cosas del oficio.
“Los compañeros son muy buenos, son los que me han enseñado y me han apoyado; ahora tengo mi trabajo, tengo mis clientes y es lo que me ayuda”, afirmó complacida.
Guadalupe labora diariamente entre siete y ocho horas, en las que señaló que por servicio cobra 25 pesos, por lo que en un día espera realizar nueve o diez boleadas para sacar el día.
Frase:
“ Ahora me gusta mi trabajo, me gusta mucho haber vencido ese reto de que esto era nomás trabajo para hombres cuando no es así, ya habemos muchas mujeres con este tipo de trabajo como aseadora de calzado”
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