Foto: Pixabay / “Si queremos ayudar a una mayor incorporación de las mujeres en el mercado laboral, pues es necesario que existan mecanismos que ayuden a redistribuir estas tareas”  

Para aumentar la representatividad de mujeres en el mercado laboral, se requiere que las empresas se planteen una meta en cuotas de género dentro de sus plantillas de colaboradores.

Debe haber la misma proporción de hombres y mujeres en las corporaciones, señaló Lorenza Martínez, directora general de Actinver.

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“Es muy difícil que las mujeres accedan (al mercado laboral) si no hay estas cuotas. Esa es una barrera que se enfrentan muchas mujeres que no encuentran la oportunidad a pesar de que tengan todos los talentos”, expuso.

En el webinar “Juntas por un México Inclusivo“, organizado por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), mujeres representantes del sector empresarial y la industria mexicana, coincidieron en que aún queda un largo camino por recorrer para dotar a las mujeres de las herramientas que requieren para desarrollarse en el ámbito profesional.

“Tenemos que seguir avanzando en temas de horarios flexibles porque eso se ha visto lleva a mejores ambientes laborales, mejores hombres, mejores mujeres, mejores relaciones familiares. Insistir mucho en eso y permitir las salidas que es parte de estos tiempos flexibles, tanto para hombres como para mujeres”, añadió Martínez.

En su participación, Fernanda Guarro, presidenta de la empresa 3M México, añadió que también se requiere que las mismas mujeres estén conscientes del potencial que poseen y ‘alcen la mano’ ante nuevas oportunidades para ser visibles en los centros de trabajo.

Aumentar la participación laboral femenina tiene potencial económico y fiscal: CIEP

Impulsar acciones enfocadas a aumentar la participación de las mujeres en el mercado laboral, tiene potencial económico y fiscal desde el lado de la recaudación tributaria, expone un reporte del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

El total de la recaudación del Impuesto sobre la Renta (ISR) para personas físicas y asalariadas, que representa el 6% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, apenas el 36% es aportado por las mujeres, equivalente a una aportación del 2.1% del PIB; mientras que los hombres contribuyen con el 64%, con el 3.8% del Producto.

En el reporte titulado “Fortalecimiento de la participación laboral femenina” refieren que el Banco Mundial ha estimado que si la participación de las mujeres en el trabajo remunerado fuese igual que la de los hombres, habría una ganancia en torno al 22% al producto per cápita mexicano.

Asimismo, añaden, que ONU Mujeres ha señalado que una inversión para el sistema de cuidados, impulsaría el empleo, resultando en un incremento en la recaudación tributaria del país.

Ante ello, el CIEP sostiene que “la baja participación de las mujeres en los mercados laborales remunerados y formales representa una pérdida económica para el país. Por un lado, se pierde el valor de la producción que pudo ser generado por ellas. Por otro lado, se pierden ingresos fiscales potenciales”.

Tania Beltrán Castillo, investigadora en Economía de los Cuidados en el CIEP explica que la reducida participación de las mujeres en el mercado laboral, propiciada por una mayor carga de labores de cuidado del hogar, en conjunción con salarios más bajos que los hombres, merma el potencial económico que podría brindar la población femenina en México.

“Se puede observar a pesar de que las mujeres están entrando más en el mercado laboral, también sigue recayendo sobre ellas el trabajo de cuidado, el 91% de las mujeres que trabajan también hacen las labores domésticas en sus hogares, en contraste con los hombres que es el 59%, entonces, esto crea una doble carga para las mujeres”, expone.

Al cuarto trimestre de 2022, la participación laboral femenina se ubicó en 46.2%, superando niveles prepandemia y ubicándose en un máximo histórico desde 2005, sin embargo, aún existe una brecha de 30 puntos porcentuales respecto a la representación de los hombres en el mercado laboral que para el mismo periodo se ubicó en 76.5%.

En el reporte señalan que, pese a que la participación de mujeres en la fuerza laboral del país se ha recuperado, dicha restauración ha sido impulsada por empleos en los niveles más bajos de ingresos, pues de 2019 a 2022, hubo un aumento del 60% en el número de trabajadoras que ganaban hasta un salario mínimo, una variación que estuvo impulsada por el incremento a la remuneración mínima permitida por la ley.

“Para 2022, 9.1 millones de mujeres ganaron un salario mínimo. El salario mínimo por día fue de 172 pesos por día, es decir que, en 2022, 9.1 millones de mujeres ganaron tres mil 457 pesos al mes”, indica el reporte.

En ese sentido, Beltrán Castillo enfatiza en la importancia de que desde el Gobierno se retome la propuesta sobre el sistema nacional de cuidados y asignar recursos para ello, con miras a ayudar a las mujeres desde las cargas del hogar que culturalmente se le han atribuido a las mujeres.

“Si queremos ayudar a una mayor incorporación de las mujeres en el mercado laboral, pues es necesario que existan mecanismos que ayuden a redistribuir estas tareas”, expresa.

Desde el lado de las empresas, los esfuerzos deben de estar enfocados en romper los “techos de cristal”, dado que solamente el 0.1% de las mujeres que trabajan son funcionarias y altas autoridades del sector público, privado y social.

“Entonces quiere decir que desde las empresas hay brechas de género, estereotipos que se tienen que romper para que las mujeres puedan acceder a este tipo de puestos de alto mando”, añade la especialista.

 

LEG