Ángel Álvaro Peña

El secuestro de cuatro estadounidenses y la muerte de dos de ellos, en Matamoros, Tamaulipas, enciende de nuevo la polémica sobre la “necesidad” de considerar terroristas a los cárteles de la droga, principalmente a los de México.

Este incidente recuerda aquel ocurrido, por estas fechas, hace 109 años, el 19 de abril de 1914, cuando nueve marinos del vecino país invadieron espacios restringidos en Tampico, en plena guerra revolucionaria, fueron detenidos por la guardia costera y liberados horas más tarde. El capitán del barco al que pertenecían los militares le pareció un agravio, a pesar de que había la advertencia de las autoridades mexicanas de no traspasar el área, por lo que el comandante del buque USS Dolphin, Ralph K. Earle, solicitó como disculpa que se honrara la bandera de Estados Unidos en suelo mexicano, con 21 cañonazos, a lo que se negó el encargado de la zona, general Morelos Zaragoza, y esto fue el pretexto para la invasión que realizara días después Estados Unidos al puerto de Veracruz, que tuvo una permanencia del 21 de abril al 23 de noviembre de 1914.

En días pasados los congresistas republicanos de Texas, Dan Crenshaw y Michael Waltz presentaron una iniciativa de ley en el Congreso, para que se use la fuerza necesaria para combatir a las organizaciones extranjeras que representen un peligro para la seguridad de su país.

Cuando Díaz Ordaz era presidente de México una reportera de un periódico local de San Diego le preguntó: Señor presidente, ¿Por qué permite usted que México sea el trampolín para que las drogas pasen a mi país? Díaz Ordaz le contestó: Señorita, ¿ya pensó usted que si no hubiera alberca no habría trampolín?

Es decir, si no hubiera en Estados Unidos una muerte por sobredosis de heroína cada 19 minutos, más de 27 millones de adictos a las drogas y 66 millones de alcohólicos, la droga no llegaría a territorio estadounidense. Por otro lado, su economía no sería la misma, de por sí ahora en crisis también, porque hay muchos bancos de aquel lado de la frontera que lavan dinero de los cárteles de la droga en ambos lados de la frontera, pero también se verían afectadas sus finanzas ante la falta de compradores de armas en las armerías que se venden como si fueran dulces.

Lo que en realidad esconden los republicanos, que, dicho sea de paso, no representan el sentir del Congreso y, mucho menos el de los estadounidenses, es la invasión paulatina de agentes armados a nuestro territorio, y posteriormente, asesores militares, para acabar como Colombia en época del presidente Álvaro Uribe y de Iván Duque, donde el territorio colombiano estaba en manos de los militares gringos.

Es lamentable, sin duda, el hecho de que dos ciudadanos del vecino país hayan sido asesinados en territorio nacional; sin embargo, hay cientos de mexicanos que mueren a manos de la Patrulla Fronteriza, prácticamente cada semana.

Los estadounidenses secuestrados llegaron, como lo hace más de un millón de estadounidenses al año, a realizarse una cirugía estética a Matamoros, por el excelente servicio, la facilidad de obtener medicamentos y los precios son mucho más bajos que en su país.

También acuden a esas ciudades fronterizas a organizar fiestas y comprar drogas impunemente, ya que, en localidades como Matamoros, una de las más peligrosas de la región, se encuentran los cárteles de las drogas que controlan grandes regiones de Tamaulipas.

Se trata de la enésima ocasión en que los medios de México quieren poner a pelear al Gobierno de Estados Unidos con el de México, situación que prevalece principalmente en la oposición desde los días de campaña del actual Presidente mexicano.

Siempre le han apostado al enfrentamiento y ahora hasta anuncian posible invasión, ya que en realidad las autoridades de Estados Unidos y las de México se están coordinando y en contacto para tratar de resolver el caso, sin mayor problema.

Los legisladores radicales, que los hay en todo el mundo, nunca dejarán de opinar, de manera extrema, sobre lo que piden a gritos: una enemistad violenta entre ambos países. Terrorismo es invadir un territorio soberano y eso lo hace Estados Unidos todos los días.

PEGA Y CORRE.- Los partidos políticos tienen la obligación de competir en las contiendas electorales de otra manera deberían perder su registro…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.