Blanca Lilia Ibarra Cadena
Comisionada presidenta del INAI
La violencia digital que se apoya en las tecnologías digitales silencia y excluye a las mujeres, niñas y adolescentes en su participación en el entorno digital: además de que muchas veces las posiciona en una situación de vulnerabilidad que las pone en riesgo de ser víctimas de diversos delitos y conductas que ponen en riesgo su integridad. Por ello, el Día Internacional de la Mujer 2023 a conmemorarse hoy centrará sus esfuerzos en el análisis y reflexión del tema: “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y Tecnología para la igualdad de género”.
La violencia contra las mujeres y las niñas representa una amenaza a sus derechos, libertades fundamentales y a la dignidad humana. Todo abuso físico, emocional, sexual o psicológico tanto en los espacios privados, como en los espacios públicos vulnera sus derechos humanos, su integridad y sus opciones de desarrollo. Si bien este fenómeno está considerado como la violación de los derechos humanos más generalizada en el mundo, es importante reconocer también, la transversalidad de esta violencia estructural y la vulnerabilidad de ser sujeta de ella en razón de la raza, condición étnica, edad, situación económica o por condición de discapacidad.
Como individuos, como sociedad, debemos considerar el rol que todas y todos podemos desempeñar; informarnos, sensibilizarnos y establecer medidas de colaboración son elementos claves para contribuir a prevenir y erradicar esta violencia. Por ejemplo: ser red de apoyo para quien lo necesita, replicar información que brinde alternativas a quien es víctima de violencia, dejar de juzgar a las víctimas y de justificar a los agresores. La impunidad social a la violencia contra las mujeres debe parar: todas y todos debemos decir basta, no es aceptable y no lo vamos a tolerar.
Todas y todos somos agentes de cambio en la erradicación de las violencias. Involucrémonos más, desarrollemos un consumo más crítico y responsable de los contenidos digitales. Informémonos y repliquemos buenas prácticas en familia, protegiendo a las niñas, adolescentes y jóvenes en su interacción en el mundo digital.
Erradicar la violencia de género y mejorar las condiciones de vida para todas debe ser el imperativo como sociedad: por las niñas, adolescentes, mujeres en edad reproductiva, adultas mayores y las que viven en condiciones sociales adversas. Por las mujeres del campo, las de las comunidades indígenas y las mujeres de las periferias de las zonas metropolitanas. La sociedad y las autoridades tenemos una deuda con ellas, por justicia, por la garantía de sus derechos humanos y porque todas merecemos una vida libre de violencia.
En el 8M exijamos un alto a la violencia, por Cecilia Monzón, por Carmen Sánchez, por Ana Elena Saldaña, por Elisa Xolalpa, por María Elena Ríos y por las miles de mujeres que son víctimas de violencia machista. Por las mujeres que luchan por recuperar a sus hijas e hijos arrebatados por violencia vicaria, por las madres buscadoras, por las que son víctimas del delito de trata, por las que sufren violencia dentro de sus hogares, en los centros escolares, en sus empleos, en el transporte y en las calles: es por todas, por nuestro presente y futuro.
@bl_ibarra