El sol se ocultó y bajo los sonidos de la marimba que entonaban Cielito lindo, fuera de Palacio de Bellas Artes, cientos de personas aguardaron para despedir al actor Ignacio López Tarso.
El actor de cine, teatro y televisión murió el sábado pasado a los 98 años, por complicaciones de una oclusión intestinal y neumonía.
Debido a su condición de salud, el actor se encontraba hospitalizado y en terapia y su cuerpo fue llevado al palacio para homenajearlo.
Los asistentes desconocían los detalles de la ceremonia y entre ellos preguntaban si había que comprar boletos o si cobraban.
“No le hagas, hay mucha gente para entrar, la fila está hasta el Eje Central”, expresó uno de los que esperaban.
Previamente, algunos esperaron fuera de Bellas Artes para ver la entrada de algunos invitados al homenaje.
Entre fotos, videos y emoción, los asistentes esperaban su turno para despedir a López Tarso.
“Ya falta menos para entrar, pero apúrale a comerte lo que compramos, porque no nos van a dejar pasar con alimentos”, dijo otro asistente.
En medio del recinto se colocó el cuerpo del actor que destacó por su actuación en películas como Macario, Nazarín, Juana Gallo y Los Albañiles, entre otras.
El cuerpo del primer actor fue recibido con más de dos minutos de aplausos y con un minuto de silencio en el recinto cultural. Su familia encabezó la primera guardia de honor.
“Hoy despedimos a un gigante, al maestro que nos hizo creer que era inmortal”, dijo la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, durante el homenaje a López Tarso.
A pesar de que Macario, cinta protagonizada por López Tarso, fue nominada al Oscar a Mejor Película en Lengua Extranjera en 1960, el actor no apareció en el homenaje In memoriam que cada año realiza la academia a actores, directores y personal de la industria que ha fallecido.
No obstante, el año pasado la actriz Carmen Salinas sí apareció en la ceremonia, aunque ella murió en diciembre y los Oscar fueron en marzo, contrario a lo que pasó con López Tarso, quien apenas el fin de semana perdió la vida.
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Del seminario al estrellato
El primer actor Ignacio López Tarso destacó en teatro, televisión y cine, siendo Macario la película que lo consolidó en la memoria colectiva de México.
El histrión mexicano fue el primer actor egresado de la Academia de Arte Dramático del Inbal y debutó con la obra Sueño de una noche de verano, de William Shakespeare.
En su paso por el cine destacan cintas como Macario, Cri Cri, El grillito cantor y El hombre de papel, entre otras. Mientras que en televisión fue parte de producciones como Senda de gloria, La malquerida, entre otras. Grabó ocho discos de versos y corridos y también incursionó en el doblaje.
A nivel profesional, su amplia trayectoria inició en 1951 con la obra Nacida ayer, de Garson Kanin. A partir de entonces participó en innumerables obras de teatro, como La Celestina, Don Juan Tenorio y Cyrano de Bergerac.
En múltiples ocasiones refirió que su pasión por la actuación comenzó a los ocho años, cuando vio una función de teatro en una carpa en el barrio de Analco, en Guadalajara, Jalisco.
La falta de recursos económicos para continuar sus estudios después de la secundaria lo llevaron a ingresar en el Seminario Menor de Temascalcingo, Estado de México. Allí se inició en el teatro, en el grupo que organizó un sacerdote para realizar representaciones a beneficio del seminario y donde empezó a leer a los clásicos: Lope de Vega y Calderón de la Barca, entre otros.
Entre las obras teatrales en las que participó están Moctezuma II, de Sergio Magaña; Otelo, Edipo Rey, El avaro y Tirano Banderas; en 1966 debutó en la versión mexicana de Hello Dolly, al lado de Silvia Pinal, entre otras puestas en escena. Algunas de sus actuaciones en cine fueron en El gallo de oro, La vida inútil de Pito Pérez, El profeta Mimí y Los albañiles, además de la inolvidable Macario.
JC