Si las alertas están prendidas en el sistema bancario estadounidense por la quiebra de dos bancos, el Silicon Valley Bank y el Signature Bank, mucha atención tendrían que poner los inversionistas y cuentahabientes con lo ocurre en la banca mexicana.

Y, aunque se diga que el riesgo de contagio es menor, más vale prevenir que lamentar.

Por ejemplo, CI Banco enfrenta problemas para cumplir con el mandato judicial de reintegrar 19 millones 690,785 dólares a la empresa Tecnologías Relacionadas con Energía y Servicios SA de CV (Trese).

Como le comentamos en otras entregas, CI Banco es el administrador del fideicomiso CI/2346 creado para el pago de trabajos que Trese, en sociedad con la empresa Malasia Coastal Contracts BHD, realizarían para Pemex después de haber ganado una licitación en el 2012 para la distribución de pagos sobre el arrendamiento de una plataforma de compresión de gas a Pemex Exploración y Producción.

La empresa malaya sacó de la jugada, a la mala, a la empresa mexicana, causándole daños multimillonarios que son reclamados mediante juicio mercantil.

Una juez determinó que, efectivamente, CI Banco debe reintegrar los más de 19.6 millones de dólares a la empresa mexicana, de los cuales exhibió 320 millones 601,421 pesos, poco más de 16 millones de dólares.

Pero, en escrito del 20 de febrero pasado, el representante legal del banco pidió a la juez una prórroga para cumplir con el resto del pago del dinero argumentando que ya no existen recursos en el fideicomiso para cumplir con el requerimiento judicial.

Además, el representante de la institución financiera pidió a la juez retener la plataforma de exploración “Agosto 12’’, propiedad de la empresa malaya, así como el aseguramiento de sus derechos en el fideicomiso y los activos que pudiera tener en el país.

La juez negó ambas peticiones.

El fideicomiso se quedó sin dinero porque Pemex ha dejado de pagar los servicios contratados al banco, lo que involucra también a la empresa productiva del Estado, que tendría una deuda, en este momento, de unos 120 millones de dólares.

Ahora esa contingencia que afecta a CI Banco la comparte de manera asimétrica con Pemex.

Mientras CI Banco tiene un potencial riesgo de 43 millones de dólares, la contingencia que carga Pemex alcanza un límite de más de 120 millones de dólares.

CI Banco se dio cuenta que las instrucciones que recibió de uno de sus fideicomisarios (Coastal Contracts) y de Sistemas Integrales de Compresión, otra de las empresas involucradas, eran ilícitas y está tratando de corregir actuaciones y demandando a éstas el regreso de las cantidades que desviaron del fideicomiso.

Hasta donde se sabe, por el momento CI Banco no ha tenido la necesidad de garantizar con sus bienes el resto del pago que le fue requerido judicialmente.

Pero el tema lejos de estar resuelto se enfrenta ahora a demandas de tipo penal ya no solo mercantil, porque la institución financiera no está dispuesta a pagar los platos que otros rompieron.
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La reinstalación del secretario ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo Molina, y su recibimiento en el Consejo General del Instituto, debió de haber provocado más de un cólico a varios morenistas.

Primero porque es un anticipo de lo que puede pasar con todo el Plan B electoral de este Gobierno y segundo, porque representa el fracaso de la campaña de intimidación al Poder Judicial para evitar este regreso.

LEG