El regreso de Edmundo Jacobo Molina como secretario ejecutivo del INE se debe al fallo de la jueza federal, Blanca Lobo Domínguez, titular del Décimo Segundo de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, quien ordenó su reinstalación.
Al momento de volver a sus pocas tareas, el secretario ejecutivo, dio un discurso que no es propio de una instancia electoral sino de un partido político de oposición, declarando que así como una jueza golpea al Plan B electoral del Gobierno, así sucederá con el resto de las propuestas de dicho proyecto aprobado por el Congreso y al que los consejeros que van de salida del INE llaman, desde ahora, inconstitucional.
También dio su discurso triunfal el actual presidente electoral, Lorenzo Córdova, anunció que vendrán más golpes al Plan B. Explicó que según el Artículo 41 de la Constitución, del que se desprende la base legal del INE; señala que sólo el presidente consejero del INE puede destituir y nombrar al secretario ejecutivo, contando con la mayoría de los votos del resto de los 10 consejeros electorales.
Así, la titular del Juzgado señaló que el Consejo General del INE era el facultado para designar o remover a su Secretario Ejecutivo, a propuesta de su presidente, no así los poderes Ejecutivo o Legislativo, y que Jacobo Molina ya estaba nombrado para el periodo que comprendía del 2020 al 2026.
Argumentó que ninguna decisión del Poder Legislativo puede tumbar una normatividad del INE, Sin embargo, hay dos problemas con la restitución del “Porfirio Díaz” electoral: el primero que la instancia legal que podría restituir su cargo no puede ser en Materia administrativa porque está fuera de sus atribuciones. Lo cual se está ya litigando en los tribunales.
En segundo lugar, a Lorenzo Córdova le falló su estrategia de imponer como presidenta electoral del INE a Carla Humphrey, quien tenía la consigna de mantener a Edmundo Jacobo en la secretaría ejecutiva. Si de apegarse a las reglas se trata éstas ya cambiaron y el secretario técnico no tendrá las mismas facultades que antes, en caso de que se quede.
El actual marco legal es el que se aprobó en el Congreso conocido como el Plan B. Y a ese deben regirse todas las instancias dentro del INE.
La nueva presidenta electoral del INE entrará en funciones el 4 de abril, lo que quiere decir es que, tanto a Lorenzo como a Edmundo Jacobo, le quedan escasos 20 días en el cargo, fecha en que, además, deberá renunciar Ciro Murayama porque los tres se han vuelto millonarios por “trabajar” en el INE favoreciendo al conservadurismo y haciendo de una instancia que debe ser imparcial todo un partido político de oposición.
Para darle el fallo la jueza tuvo problemas, donde se muestra que su decisión no fue ni limpia, ni legal, ni justa porque Blanca Lobo cambió el sentido de su primera sentencia, luego de que un tribunal colegiado le ordenó revisar la decisión, en la que había negado una suspensión provisional a Edmundo Jacobo.
El regreso de Edmundo Jacobo se encuentra en revisión en la Suprema Corte de Justicia y pueden quitarle el cargo antes del 4 de abril.
La manera en que la plana mayor del INE recibió a Edmundo Jacobo fue de un triunfo electoral partidista, no el regreso de un querido compañero que haya convivido cordialmente con los empleados. Su regreso al INE es un triunfo de la oposición, su retirada definitiva, en unos pocos días, será el triunfo del Plan B.
Cuando Edmundo Jacobo regresa al INE la oposición triunfa, cuando se vaya pierde. Aquí se trata de un árbitro electoral no de un candidato. No hay que perder la dimensión de la realidad.
PEGA Y CORRE.- Gustavo de Hoyos, ex dirigente de la Coparmex, se destapó como aspirante a la candidatura presidencial de la oposición para las elecciones de 2024, no sin antes decir que los partidos de oposición no tenían proyecto ni fuerza para ganar. ¿Entonces?… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.