Después de unos años de descanso, viajes, y del disfrute de sus fortunas, los exgobernadores regresan a la política vía el Senado de la República.
Saben que es “el mejor estado del hombre político”: trabajan poco, no están en el ojo del huracán, están cerca del gran poder y un manto protector les permite hacer y deshacer.
José Antonio Álvarez Lima (Tlaxcala), Eruviel Ávila (Estado de México), Jaime Bonilla (Baja California), Dante Delgado (Veracruz), Miguel Ángel Mancera (Ciudad de México), Ricardo Monreal (Zacatecas), Miguel Ángel Osorio Chong (Hidalgo), Beatriz Paredes Rangel (Tlaxcala) y Manuel Velasco Coello (Chiapas) despachan hoy en Paseo de la Reforma 135, esquina Insurgentes Centro, en la colonia Tabacalera. Todo ellos llegaron por la vía plurinominal.
Pero las cosas cambiaron: los exgobernadores del PAN, PRI y PRD que desean regresar, difícilmente lo lograrán, por lo menos en 2024.
No hay condiciones para que los incluyan en las listas nacionales. Serían la mayoría un negativo terrible para la coalición opositora. Ni mucho menos les alcanza para hacer campaña.
Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, Mario Villanueva Madrid, Javier Duarte, Tomás Yarrington, Roberto Sandoval, César Duarte, Jorge Torres López, Andrés Granier, Jesus Reyna, Guillermo Padrés, Flavino Ríos, Luis Armando Reynoso Femat, Rodrigo Medina, Roberto Borge, Fidel Herrera, Miguel Ángel Yunes, Gabino Cué, Humberto Moreira, Eugenio Hernández Flores y Jorge Herrera Caldera simplemente no tienen con qué.
Tampoco tiene base social, por su reciente derrota: Francisco Vega Lamadrid, Carlos Mendoza Davis, José Ignacio Peralta, José Rosas Aispuro, Héctor Astudillo, Omar Fayad, Silvano Aureoles, Graco Ramírez, Antonio Echevarría, Egidio Torre Cantú, Marco Mena, Francisco Domínguez Servién, Alejandro Tello, Juan Manuel Carreras y Rolando Zapata Bello.
¿Le alcanzará a Miguel Riquelme, Alfredo del Mazo, Alejandro Murat, a los embajadores Carlos Joaquín (Canadá), Carlos Miguel Aysa (República Dominicana), Quirino Ordaz (España) y a la cónsul Claudia Pavlovich (Barcelona)?
Como verá usted, caro lector, las condiciones para regresar al Senado cambiarán para la elección del 24. Puede ser, claro, una pésima noticia para los exgobernadores, pero una magnífica para los que se habían sentido olvidados o relegados.
La lucha por las candidaturas al Senado, después de 100 años, ha cambiado y se espera una guerra intestina.
Estamos ante el génesis de la conformación del aparato legislativo, que se conformaba por códigos no escritos y que beneficiaron por mucho tiempo a los “experimentados políticos” que habían gobernado alguna de las 32 entidades del país.
Ya no será así. Se acabaron las “pluris” para las y los “santones” exgobernadores.
Insistimos se viene una guerra intestina por el Senado de la República.
*Periodista, editor, radiodifusor
@GustavoRenteria