A diez días de iniciar la temporada vacacional de Semana Santa, las playas de Quintana Roo muestran presencia de sargazo de muy baja a abundante, con menor afectación en las costas de Isla Mujeres e Isla Contoy, de acuerdo con el Semáforo Estatal de Monitoreo; no obstante, se prevé que la situación se agrave en las próximas semanas, cuando eleve la temperatura en el Mar Caribe, lo que favorecerá la floración de la marea marrón.
Cuando entra la primavera, las macroalgas empiezan a multiplicarse y a arribar poco a poco a las playas; en verano alcanza su pico más alto y en otoño, decae de nuevo.
De acuerdo con el Colegio de Ciencias Marinas de la Universidad del Sur de Florida, la cantidad total de sargazo en el Océano Atlántico central disminuyó de enero a febrero, aunque esta presencia –6,1 millones de toneladas– sigue siendo el segundo mayor monto registrado en febrero.
No obstante, en el Mar Caribe su arribo casi se duplicó, ya que grandes parches se movieron hacia el oeste, entre las islas de las Antillas. Montos notables de esta planta han llegado a la Península de Yucatán a mediados de febrero y principios de marzo.
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El estudio mensual pronostica que para este 2023 habrá una ligera reducción en la floración de esta alga, que lo califica como “rayo de esperanza” sobre las primeras estimaciones que se hicieron para este año.
Sin embargo, las grandes cantidades que ya están en el Mar Caribe continuarán acumulándose y migrando hacia el oeste, pues este instituto prevé que existe un cinturón de macroalga, de ocho mil 800 kilómetros, con un peso estimado de diez millones de toneladas que va desde el arco de las Antillas, hasta las costas de Quintana Roo.
Entre 2015 y 2018 la llegada récord de sargazo fue la responsable de la muerte masiva de especies, ya que al descomponerse emite gases tóxicos: amoníaco, ácido sulfhídrico y metano.
JC