La novena jornada de protestas en Francia contra la reforma de las pensiones impuesta por el presidente Emmanuel Macron volvió a movilizar a más de un millón de personas y concluyó con disturbios que dejaron 123 policías heridos y 80 detenidos.
La decisión de Macron recrudeció la contestación, que entró en una nueva fase con protestas espontáneas cada noche y huelgas en distintos sectores.
“La responsabilidad de la situación explosiva no recae sobre las organizaciones sindicales, sino sobre el gobierno”, advirtieron los sindicatos, que convocaron a nuevas movilizaciones el próximo martes.
Por si te lo perdiste: Hemos roto el ciclo del agua, advierte ONU en Nueva York
La nueva jornada coincidirá con una visita del rey Carlos III de Inglaterra a Burdeos. Los sindicatos ya habían alertado por carta a Macron de la explosiva situación del país.
El mandatario dijo en esa ocasión asumir la “impopularidad” de una reforma que quiere en vigor “para finales de año” por el “interés general” y cargó contra sindicatos, oposición y contra los manifestantes más radicales, a los que comparó con los “rebeldes” que asaltaron el Capitolio de Estados Unidos en 2021 y las sedes del poder en Brasil a inicios de este año.